De tu tesis, lo que más vas a recordar es lo que te costó hacerla. Con los años, con suerte recordarás en qué consistía y lo más probable es que tu investigación termine como las cientos que existen en todas las instituciones de educación superior. O sea, acumulando polvo en algún estante perdido y esperando que alguien la hojee para citarla en otra investigación. Por lo mismo conviene estar atento a los detalles; a la dedicatoria en una tesis, aunque es un tema menor dentro de tu proyecto de investigación, es importante ponerle ojo, porque recuerda que tu trabajo permanecerá durante años en la biblioteca de tu universidad y no sería bueno que lo que coloques en tu dedicatoria termine jugando en tu contra.
Como siempre “menos es más”, y en las dedicatorias no es diferente. Sé conciso y mesurado en ella. No te extiendas más de media página y sé cuidadoso en diferenciar a quienes agradeces de a quienes le dedicas tu tesis. Entonces, no caigas en el error de dedicarle al “tío de la fotocopia” tu tesis, si lo que quisiste hacer es agradecerle.
Por lo anterior, en Universitarios.cl hemos elaborado cinco puntos acerca de las dedicatorias.
Aquí la lista:
- Un Clásico: dedicar tu proyecto de título a tus padres. Es importante en este tipo de dedicatoria procurar no caer en el lugar común como por ejemplo “gracias por ayudarme a ser quien soy” o “perdónenme por todos los problemas que ocasioné”. Aunque esas aseveraciones tienen mucho de verdad, lo que tus padres esperarían de una dedicatoria sería algo más bien evocador. Quizás un reconocimiento del tipo “yo soy la consecuencia del enorme esfuerzo que han hecho durante sus vidas” suene más emotivo, más simbólico. También puedes escribir tu dedicatoria pensando en el futuro y cómo tus padres serán parte de él. Créeme, eso es mucho más pertinente que decirles “gracias por existir”. Un dato: evita utilizar sobrenombres para referirte a tus familiares porque a nadie le interesa que tú le digas a tu madre “ñuñú” y a tu papá “negrito lindo”.
- La dedicatoria basada en el amor (momentáneo). Por favor, no caigas tan bajo y procura nunca dedicar tu tesis a tu polola/o. Me ha tocado revisar muchas tesis y de verdad que es muy vergonzoso encontrarse con sendas declaraciones de amor en una investigación sobre termodinámica, por ejemplo. Tampoco ventiles que durante la tesis tu polola/o se transformó en casi tu sirviente. Además, puede ocurrir que esa persona a quien tanto amas (en ese momento), en uno años más ya no esté contigo, que hayas formado familia con otra pareja y, sin duda, que tu tesis esté dedicada a tu ex no se ve bien nunca.
- La dedicatoria estratégica: reconocer el enorme aporte de tu profesor guía. Si vas a jugarte la carta del chupamedias, debes tener cuidado porque a ningún profesor guía le gusta aparecer mencionado en una investigación de mala calidad. Entonces, si crees que dedicándosela a tu profe podrás subir algún puntito en tu investigación, estás equivocado. Un dato, si te decidiste a mencionarlo en la dedicatoria, sé sutil y deja en claro lo importante que fue él en tu trabajo académico y por favor no digas cosas como: “gracias profesor por todas esas noches de cervezas conversadas” o “más que un maestro, un amigo”. Recuerda que tu tesis es un trabajo serio y frases como esas restan más que suman. - Evita las dedicatorias chistosas. Sí, es entretenido leer algunas payasadas en las dedicatorias, pero a la persona que revisa tu tesis buscando información para su investigación no le viene bien. Un chiste, una alusión a algún carrete le baja puntos de seriedad. No se trata de ser tontos graves, pero creer que la dedicatoria es un espacio para bufonear tampoco es lo correcto. Recuerda que es tu investigación y que certifica que has hecho todo para transformarte en un profesional y parecer chistoso en esa instancia no tiene nada valorable. Un dato medio ñoño: la mejor forma para darle un toque divertido a tu dedicatoria es citar algún célebre pensador, sin duda él/ella sabrá mucho mejor cómo sonar divertido sin caer en lo procaz.
- Por último: no cuentes intimidades. Las dedicatorias no son telenovelas y nadie que revise tu investigación en el futuro se quiere enterar de eventos personales. Por lo mismo, no coloques nada de los días que pasaste sin tomar un baño por estar escribiendo en el computador o los problemas gástricos producto de todo ese café nocturno ingerido para poder terminarla.
Entonces y para finalizar, recuerda que en una dedicatoria debes ser conciso, sobrio y medir las posibles revelaciones que harás en esas pocas líneas, y así evitar que esa dedicatoria termine empañando todo el buen trabajo que hiciste.
Imagen CC Leo Hidalgo