Otro de las tantos aportes que dejó Steve Jobs antes de irse, fue una universidad orientada a los trabajadores de la compañía, con el fin de que éstos pudieran conocer más sobre la historia y la cultura Apple.
El proyecto comenzó el 2008, y quien estuvo a cargo de la implementación fue Joel Podolny, quien en ese entonces era Decano de la Escuela de Gestión de la Universidad de Yale.
El periódico The New York Times, tuvo acceso a uno de los secretos mejor guardados de la compañía conversando con 3 ex estudiantes que bajo la condición de no revelar sus identidades, contaron cómo es la experiencia de estudiar ahí.
Según cuentan, la universidad de Apple está tan bien hecha como cualquiera de sus productos: diseño simple y una presentación excelente que no deja ver el esfuerzo invertido. "Incluso, hasta el papel higiénico del baño es muy lindo", comenta una de las fuentes.
En esta "U", hay profes de Yale, Harvard, Berkeley, Stanford y del M.I.T.(Massachusetts Institute of Technology). Funciona durante todo el año y las clases se dan en un lugar denominado "Centro de la Ciudad", los salones son muy iluminados con forma de trapezoide y los asientos son súper altos para que los profes sean siempre visibles.
Uno de sus ramos se centra en la decisión de hacer que el iPod fuera compatible con Windows, lo cual disparó las ventas de este producto.
Otro ramo denominado "Comunicando en Apple", explica cuál es la imagen que la empresa quiere dar, en donde se toma como ejemplo el dibujo de un toro con muchas líneas dibujado por Picasso, el que en un principio tiene muchos detalles y rayas, y la idea es dejarlo mucho más limpio y simple, pero sin que deje de verse como un toro.
Una de los planteamientos de Jobs, asegura que los rendimientos mejorarán si la persona se rodea de compañeros inteligentes y materiales de calidad, algo que por cierto se les inculca a todo alumno de Apple. O sea, si Steve Jobs hubiese sido chileno, ¿estaría en contra de eliminar la selección en los colegios?
Fuente: Infobae/ Imagen CC James Maskell