Quiero partir aclarando que todos aquí somos distintos y que sería bien aburrido si todos tuviéramos los mismos gustos. Ahora, ¿por qué planteo esto?: simplemente porque, junto con lo distinto aparecen nuevos elementos como la tolerancia y la paciencia, más aún cuando estás dispuesto a compartir pieza con alguien.
Tememos que pienses que esto será como "la regla de convivencia" según Sheldon Cooper pero no, no somos tan extremos. Sin embargo vamos a comentar 5 cosas que debes considerar a la hora de hacer este gesto, ya sea por buena voluntad, por lucas o bien porque si es del sexo opuesto tienes sendas oportunidades de poder verla más seguido (los conocemos, a mi no me engañan):
- El desorden: Si eres de esas personas súper limpias, que le gusta del aseo de la casa y no pillar nada tirado en el living de la amoblada, le tengo pésimas noticias; no solo pasará rabias con esta persona sino que también verá como su entorno se transformará mágicamente en la representación gráfica de "La tierra en que vivimos": encontrarás nueva flora y fauna en aquello tan ordenado que estaba al comienzo de que esta persona pisara tu palacio.
- El baño: No hay nada que moleste más que los pelos, vengan de donde vengan. Para los más asquientos de nuestro grupo, esto es imperdonable, ya que si bien entendemos que cada cierto tiempo vas renovando muchas cosas en tu cuerpo, no es necesario que vayas dejando en todas partes tu "pelusas". El olor también es un detonante de sacar a patadas a quien vive contigo, y se intensifica más aún en estos lugares. Recomiendo que para llevar una vida más amena con quien ofreció voluntariamente el espacio donde te desarrollas, revises constantemente la tina después de ducharte. Ah, y también las cosas que comes cuando vayas nuevamente al baño.
- La bohemia: La sociabilidad ante todo es una buena arma para poder tener amigos, poder encontrar trabajo y cerrar acuerdos; pero si cachamos que nuestro compañero de cuarto es demasiado sociable tendremos problemas. Si es de las personas que llega siempre a las 3 de la mañana con copas de más, armando escándalo y olvidando que en la casa son dos y no 4 o 5 para seguir el mambo, vaya armándose de paciencia, para aguantarlo, o de un garrote para sacar a los paracaidistas.
- El refrigerador: súmele a todo lo que hemos hablado que, además, posee una tripa más larga que el común de los mortales y que pasa comiendo y vaciando vez que puede el refrigerador o la despensa. En algunos casos no importa mucho pues el hombre coopera con la ración de cosas que debe poseer un refrigerador (o la despensa) para el mes, pero cuando toca tus cosas, como el café con sabor o las galletas para estudiar, vamos a tener un serio conflicto. Sugiero que si el hambre es mucha y las cosas son pocas, vayas colocando unos pesos adicionales para poder tenerlas a mano, o bien, guarda las cosas que quieres comer en tu pieza sino, el que va a pasar más hambre serás tú.
- La ropa: Esto es más simple. Cada uno posee sus poleras, polerones, pantalones y ropa interior. Pero de ahí a que empiecen de a poco a desaparecer y a verlas puestas en la persona que tienes de allegado, hay un solo paso para que además obtenga tu identidad y saque un crédito.