Si bien no hay carrera que posea el poder de engrupir, si hay gente que te hace creer el cuento de que su carrera es la más la zorra del mundo, es decir, son quiene cuentean con que la carrera que cursan es la más difícil de todas y la más importante para la sociedad, por lo que -afírmese usted compadre- si ellos no estuvieran nada el mundo entero colapsaría.
He visto muchos de ellos en áreas humanistas, y tal vez se deba a que poseen un especoal don de la palabra: Está el contador de historias como el profesor, el calculista matemático como el ingeniero, o bien el estilista prodigio como cualquier peluquero. Siempre dirán que tuvo que realizar un resumen demasiado denso, de casi 100 páginas para un libro de 600 hojas, o que tuvo que analizar un caso tan difícil que justo el profesor se lo confió a él. Los más caraduras dirán que estos le confiaron en secreto alguna misión de índole investigativo y que será bien recompensado, o que estuvo con personas de más alto rango resolviendo un difícil cálculo aritmético.
Quienes caen son los màs incautos, por lo general, personas que han tenido poco arrastre social y que sienten que su vida ha sido un rotundo fracaso, un ir y venir de glorias tardías. Las mujeres en ocasiones caen fáciles a los encantos grupientos de estos chicos que, con bastante poesía barata sacada de la web, las cautivan para que caigan como avejas en la miel.
Ahora, estas pobres criaturas de satán tienen sus días contados pues extrañamente se van desenamorando de aquello que encontraban super bello y fundamental, abandonando la carrera e ingresando a otra para nuevamente adquirir el mismo patrón de falsedades para poder sentirse algo.
Corra la voz, puede alguien estar siendo afectado por estas pequeñas lacras que lo único que buscan es seguir alimentando su ego.
¿Te ha pasado?
Imagen CC Marco Raaphorst