En entrevista con el diario La Tercera, el economista de la Universidad Católica y experto en materias de Educación, Ricardo Paredes, manifestó que con los cálculos que realiza el gobierno, no da para entregar una educación gratuita, mucho menos para el 2016 como le gustaría a la Presidenta Michelle Bachelet.
"Si bien los cálculos sobre el costo de gratuidad universal varían, ninguno de los que conozco, ni los más optimistas, que cifran en US$ 2.300 millones (Ricardo Espinoza y Sergio Urzúa), hacen que alcance con una recaudación de US$ 1.500 millones" señaló Paredes.
Respecto a qué elementos debería considerar el Estado para fijar los nuevos aranceles de las carreras, el economista explica que "la gratuidad sustituye el cobro de arancel por un aporte del Estado. Una determinación razonable de ese aporte, efectivamente, debiera considerar particularmente los salarios futuros, la empleabilidad, la deserción y otros, como la vulnerabilidad, pues es más costoso retener alumnos más vulnerables".
Otro de los temas por los que fue consultado, es por la suspensión de becas de arancel a las instituciones de educación superior que no se sumen a la gratuidad. "Creo que es más justo y razonable transitar restringiendo las becas a quienes no son realmente necesitados, que limitarlo discrecionalmente a instituciones que pueden ser preferidas y sirvan a alumnos con necesidades. Para decirlo en simple, un esquema arbitrario de convenios pudiera implicar gratuidad para ricos que asisten a universidades con convenio, y costos altos para pobres que acceden a universidades sin convenio".
Uno de las planteles que ya dejó en claro que no se suscribirán a la gratuidad, si el proyecto no los satisface o atenta contra la libertad su proyecto educativo, es la Universidad Adolfo Ibáñez.
Fuente: La Tercera/ Imagen CC Paulo Slachevsky