Cuando estás en la media, puede que pase que confundas el cariño de un profe con enamoramiento. Pero en la universidad eso puede cambiar, porque hay profesores que legítimamente pueden sentirse atraídos por algún alumno o alumna, es ahí donde comienza el joteo pesado, amparándose en el hecho de que todos son mayores de edad y que en mirar no hay maldad.
Creo que todos hemos conocido o escuchado historias de un profe jote que invita a los alumnos a salir, para “hablar de temas académicos” en un café o un pub. Obviamente, esto le pasa más a las mujeres que a los hombres.
En mi curso teníamos un profe así, obviamente no puedo dar muchos detalles de él (arriesgo demanda, boom boom). Lo que sí puedo contar, es que era un hombre de edad media y picao a “artista”, lo que lo hacía un “loquillo”. A él le gustaba que las mujeres se sentaran adelante, y a veces, le gustaba sacar fotos de la clase con especial énfasis en retratar a las compañeras, a las que trataba muy cariñosamente. Incluso, una vez trató a una de “rubia maravillosa” en medio de una prueba.
Pero lo que confirmó todo, fue su “mail personal”, les juro que el nombre de esa casilla de correo era tan… digamos que era muy poco sutil, lo que dio pie a burlas de parte de todos, a tal punto que se convirtió en una especie de meme dentro de la carrera. Para que se hagan una idea de cómo podría ser el mail real, los memes que decíamos eran: “el nidito de amor”, “el motelcito”, “el lugarcito especial”, y “la cabaña del placer”, entre otros.
La poca sutileza en su actuar, hizo que nos burláramos de él. Ahora, en honor a la verdad, nunca escuché alguna historia de él con una alumna, o un rumor feeeeeo, así que cabe la posibilidad que lo juzgáramos mal, pero da pa’ pensar…
Es hora de pasar a la parte seria y media oscura, hay profes que pueden llegar a ser pervertidos y pasar de las insinuaciones, a la acción. Lamentablemente no hay cifras actualizadas sobre cuantas personas se han sentido vulneradas sexualmente por algún profesor, pero lo que sí se sabe, y las autoridades lo han dicho en repetidas oportunidades, es que existe un miedo a denunciar estos comportamientos, ya sea por presión del profesor/a, juicio de los compañeros o por vergüenza.
El llamado es siempre a denunciar, porque si bien hay un riesgo a perder muchas cosas, lo que se salva realmente, es la dignidad y eso es lo importante.
¿Han conocido a un profe jote?
Imagen CC Anna Fruen