La U trae consigo bastantes responsabilidades, como también un pack de nuevas experiencias que sí o sí vas a vivir en algún momento. Como se trata de un mundo estresante, modificas tus hábitos y aprovecha al máximo cada rato que tengas para sacar la vuelta o dormir un rato.
Porque no lo viviste en tus años de colegio y probablemente no lo vivas cuando trabajes. Hoy nos olvidamos de lo malo de estar en la universidad y te recordamos lo que debes agradecerle a esta etapa de tu vida.
1. Clases sin asistencia
El placer de quedarte acostado cuando sabes que el resto de tus compañeros está en clase. O Faltar a esa clase aburrida de los jueves por la tarde para tomarte unas chelas con los compañeros. Como olvidar faltar para los partidos de fútbol. No hay algo mejor que evadir las responsabilidades para pasarlo bien. Lo triste: este punto no corre para los ramos con asistencia obligatoria o laboratorios.
2. El horario
En el colegio tenías jornada completa, te levantabas tempranito todas las mañanas y tenías que ir. Ahora, si eres bendecido, te puede tocar un horario con tardes o mañanas libres. Si eres aún más afortunado, te sale un día libre o más. Todos soñamos con un lunes o un viernes libre. (Disculpas públicas para todos los que no tienen esta suerte)
3. La Junaeb
El universitario siempre anda muerto de hambre. Estar todo el día en la universidad, además de contar con poca plata es un asco. Es por esto que contar con la muy necesaria beca de alimentación te convierte en un privilegiado. Debería crearse una moción para que todos y todas contemos con este hermoso beneficio. Mientras tanto, los que no tenemos seguiremos pechándole a nuestros solidarios compas.
4. No más uniforme
Entre todas las barbaridades cometidas por el colegio, como no cortarte el pelo, no poder llegar tarde, tener que rendirle cuentas a tus papás, estaba el uniforme. Desde que entras a la U, ¡ya no tienes que usarlo! Aunque si es demasiada tu nostalgia, puedes optar por alguna carrera que te obligue a usar uno y puede continuar tu fanatismo por ser institucionalizado. Por estos momentos, ponte cómodo y anda en pijama a clases.
5. Carretear en días de clase
Relacionado con el punto 1 y 2, este beneficio se aplica. Ahora todos los días pueden ser el día de. ¿Para qué esperar el fin de semana si podemos tomar hoy? Este punto adquiere mucho más brillo cuando tu casa de estudios se paletea y te permite tomar en ella (a la mala también funciona, el que sabe, sabe)
6. La bienvenida mechona
Las bienvenidas mechonas mejor. Entre el carrete mechón, la semana mechona, las peñas y cuanto evento exista al inicio de clases mejor. En el colegio nunca nos recibirían con tanta alegría y tanto trago. En el trabajo tienes que rogar para quedar y no puedes mostrar la hilacha para poder mantenerlo. Es como el año nuevo, pero universitario y durante muchos días (queda en ti prolongar las celebraciones durante el año).
7. La posibilidad de irte a vivir solo
Como las universidades se ubican en grandes ciudades, muchos “de región” nos trasladamos para poder estudiar, con camas y petacas eso sí. Por supuesto, no todos tienen facilidades para vivir en otra ciudad con parientes así se van a una pensión, hogar universitario o departamento compartido. Esta es la puerta a la independencia y donde te pruebas a ti mismo: puedo sobrevivir a base de pan y cervezas.
8. ¿Netflix o Spinning?
A quién no le gusta hacer lo que le gusta. Si te vas en una volá hippie y crees que la U es una etapa para desarrollarte tu mismo, puedes tomar algún taller artístico o practicar yoga. Si eres deportista, te unes a algún equipo universitario del deporte que prefieras y ya está. Si eres más casero, quédate en casa leyendo, viendo películas o series. Varias universidades ofrecen actividades extraprogramáticas para sus estudiantes que puedes aprovechar.
- ¡Más vacaciones para mí!
Como si no pudiese ser más fabuloso, aún queda más tiempo libre. Eso sí, debes cumplir con lo que se te pida. 3 meses completitos de verano y 1 de invierno es lo que te ganas si no te vas a exámenes o repetes. Pasas todo los ramos de una y chao U por harto rato.
10. Estudiar lo que te gusta
Suena súper ñoño pero es real. Si no estudias lo que te gusta, la U se convierte en un martirio. Por esta razón, estudiar lo que te gusta es lo que más debes agradecerle a tu estadía en la universidad. Puede que no estés de acuerdo en cómo está la educación en Chile, que tu U tenga muchas desventajas, que te enseñen algunos ramos mal, pero no hay nada como tener la convicción que estás estudiando lo que te apasiona.
ADVERTENCIA: No siga estos 10 puntos al pie de la letra. Puedes morir intoxicado en algún carrete o sencillamente te echarás la carrera y no más U. Aprovecha cada momento según corresponda.
Imagen CC Jirka Matousek