Sabemos que las preguntas son imprescindibles en un proceso de selección, por lo mismo, nunca se debe olvidar que cada una de ellas está diseñada para perseguir un fin específico. Un reclutador no va a preguntar si tienes planes de tener hijos para felicitarte, ni tampoco te pedirá alguna información con el objetivo de distender el ambiente. Todo lo que sale de él es una herramienta de evaluación.
Hay preguntas que se repiten y que pese a parecer fáciles de responder, no lo son tanto. “¿Por qué dejaste tu trabajo anterior?”, “cuál es la causa por la que postulas a este empleo” o “¿por qué deberíamos contratarte?”, son algunos ejemplos de esas instancias que nos podrían poner en grandes aprietos si no llegamos preparados.
Pero también hay otra que rara vez falta en una entrevista laboral y que, entre otros factores, pone a prueba el ego: ¿cuáles son tus fortalezas? Puedes entregar una extensa respuesta, pero ¿cómo hacerlo sin pecar de falsa modestia o sin parecer arrogante? Veamos algunas claves:
1. Reconoce tus debilidades y piensa en lo que has hecho para superarlas, ahí podrías descubrir algunas fortalezas. Éstas deben estar claras antes de enfrentar una entrevista, pero sé sincero contigo mismo.
2. Infórmate sobre la empresa y el puesto al que optas, ese paso te permitirá adaptar tus respuestas a los intereses de la compañía. Por ejemplo, si estás postulando a un empleo relacionado con la publicidad, puedes destacar tu gusto por la investigación, tu capacidad creativa y tu habilidad para comunicar.
3. No basta con decir lo que eres o puedes hacer, demuéstralo. Si continuamos con el caso anterior, puedes llevar un Book con algunas campañas publicitarias u otros materiales que hayas desarrollado concerniente al tema. La idea es que tus fortalezas tengan un sustento.
4. No desperdicies esta pregunta resaltando características comunes, como por ejemplo que eres trabajador, responsable u honesto. Son aspectos valiosos, pero demasiado obvios. Opta por fortalezas más específicas, que realmente sean un plus para tu imagen profesional.
5. Nunca pienses en mentir, cuando lo haces, tu comunicación no verbal te delata y un entrevistador experimentado sabrá reconocer esa falta de honestidad. No te adjudiques características que no tienes.
6. Controla tu ansiedad o nerviosismo, no veas esta instancia como una amenaza, tómalo como una oportunidad para dejar en claro lo que eres profesionalmente, pero hazlo con mesura. Recuerda, nunca caigas en la prepotencia.
Imagen CC vía bpsusf.