Si usted es el típico amargado universitario que deambula por la sede con las pilchas de la ropa americana y quejándose que no le cargan la JUNAEB para comer la promo de 1200 pesos mejor ni lea esta nota porque de seguro siente odio frente a este tipo de personajes.
Son perfectos de forma corporal, no así mental pues no hay remedio; siempre visten bien, no hay forma de encontrar un ropaje repetido durante la semana, el mes y en casos excepcionales el semestre; de la mano cuelga una botella con agua purificada (nunca de la llave) comprada en algún servicentro y la mochila la tienen vacía, aparte de ser minúscula. Y ya que hablamos del contenido de esta puede que, remotamente, posea una ensalada más chica que la delgadez de cualquiera de ustedes y se espanta si posee más peso. Viven pegados a las redes sociales, aman Facebook, detestan Twitter e Instagram es su copiloto. No le pregunten de fotocopias, resúmenes y escritos en clases que con suerte los vemos llegar a una clase, y siempre los vemos salir de la U. Hablamos de aquellas personas que adquieren la mala fama de "huecas". Y ojo, que los varones no están excentos de esta etiqueta.
Vinculados a los estratos más altos de nuestra sociedad, estos chicos no pregonan la humildad y ya piensan en el carrete, el after y como llegar desde el día martes cuando vuelven a abrir todos los pubs; así también usan artilugios heredados de no sabemos donde para poder tener la materia, las fotocopias y los resúmenes. Siempre van a la vanguardia de la música electropop y su computador guarda más mp3 que archivos pdf. Despistados como ellos solos se acuerdan cuando tienen una prueba cuando escuchan que la tienen, para que decir un trabajo (son los reyes en el manejo del computador y las páginas de tareas). Eso si, cuando se les mete en la cabeza estudiar y pasar el ramo a como de lugar no escatiman en gastos y tiempo, se mentalizan cuan espartanos a punto de enfrentarse a las más temibles fuerzas y si bien muchos caen, son también muchos quienes pasan la nota 4 y se dedican a celebrar.
Pero no seamos tan malos; estos personajes son generosos (no sabemos si por iniciativa propia o bien por un aspecto más eclesiástico) ofreciendo café o cigarrillos cuando alguien les pide y son la perfecta compañía cuando estamos solos pues no hablan y se quedan ahí un buen rato. Son muy pocos los que llegan a buen puerto y finalmente se enrielan para sacar la carrera; los demás siempre terminan trabajando haciendo promociones en algún evento o terminan modelando en alguna agencia.
¿Los conoces?
Imagen CC Sarah Van Quickelberge