Las encuestas acerca de nuestros miedos comúnmente muestran al temor a hablar en público como uno de los más comunes. Aunque las estadísticas varían en los porcentajes exactos, es seguro decir que la mayoría de nosotros se pone nervioso antes del compromiso de hablar en público. Como orador frente a una audiencia, a menudo nace el miedo al fracaso, la crítica, el juicio, la vergüenza, la comparación, o el rechazo.
Físicamente, el nerviosismo y la ansiedad pueden causar un aumento de la frecuencia cardíaca, estómago revuelto, sudoración, temblores, falta de aire, rodillas débiles, sequedad de boca, voz temblorosa, rubor, tensión muscular, dolor de cabeza, tartamudez, aturdimiento, o, incluso desmayos.
El truco está en evitar mostrar que vean cómo te sientes, sólo mirar y actuar. Por lo tanto, cuando aprendes a hacer esas dos cosas con tranquilidad, de a poco agarrarás la confianza para que ese ideal sea real.
Aquí hay consejos para calmar sus nervios antes de una gran presentación:
1.- Preparar. Investiga tu tema, las aristas de su contenido, y domina el material con mucha antelación. Recuerda las seis P: Preparación Profunda y Práctica Previene una Perfomance Pobre. La dilación sólo conduce a un aumento de la ansiedad.
2.- Conoce tu lugar. No esperes hasta llegar al escenario para darte cuenta de que hay un espacio vacío en la mitad de la audiencia, o que mientras hablan se servirá comida, o que el equipo de audio está averiado. Investigue el lugar, para familiarizarse con el programa de eventos que rodean tu presentación y probar todo equipo antes.
3.- Práctica. No hay mejor manera de calmar tus nervios y asegurar una presentación ganadora, que ensayar en voz alta, con una audiencia, si es posible. Lo ideal sería grabar el ensayo y revisar tu desempeño.
4.- Visualiza tu éxito. Los psicólogos han demostrado que la capacidad de un atleta para visualizar vívidamente su éxito crea una tasa de ganancias más alta. Antes de tu próxima presentación, imagina una victoria rotunda. Piensa que estás hablando con confianza y aplomo y ve como tu audiencia asiente con felicidad.
5.- Practica el diálogo interno positivo. Reemplazar pensamientos negativos con afirmaciones te fortalece. Di: "Yo soy un orador dinámico, estoy entusiasmado". "Estoy preparado y con confianza. Tanto si piensas que puedes o piensas que no puedes, tienes razón, dijo Henry Ford.
6.- Conoce a tu público. Haz un poco de investigación previa con el fin de averiguar lo que tu público tiene la esperanza de escuchar. Llega temprano y habla con algunos miembros de la audiencia acerca de sus necesidades individuales, de esa manera tendrás información privilegiada y caras amables en las que puedas centrarte al estar en el escenario.
Imagen CC vía James Jordan