“Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría”, así de claro fue Mario Vargas Llosa en su discurso por el Nobel de Literatura en 2010.
Leer es la base del conocimiento, influye en nuestro desarrollo creativo, social y cognitivo. La lectura es una fuente de información lingüística permanente para el proceso de escritura, aumenta nuestro vocabulario, incrementa las habilidades comunicativas y mejora la ortografía.
Sin embargo, no necesariamente quien lee mucho escribe bien. Es importante aplicar métodos de escritura como por ejemplo, algunos de los que menciona David Ogilvy en su libro The unpublished David Ogilvy: usa palabras, frases y párrafos cortos, nunca envíes un escrito el mismo día en que se hace y si es algo importante, muéstralo a otra persona para que lo edite.
Pero también es necesario desarrollar técnicas para que nuestra lectura sea un aporte al momento de escribir:
- No abuses de las lecturas básicas, aprende a seleccionar, haz que el tiempo empleado para leer sea constructivo.
- Intenta sumergirte en la trama del libro. Da libertad a tu imaginación, capta los detalles y reflexiona sobre los razonamientos que expone el autor.
- No te distraigas con pensamientos ajenos a la lectura. Regresa a ella cuando tengas resueltas las posibles distracciones.
- Mantén a mano una libreta o un dispositivo electrónico que permita tomar notas de lo que te parece relevante.
- Destaca lo que lees. No desaproveches la opción para subrayar párrafos u oraciones que tienen los lectores de eBooks. Si estás leyendo algo en papel, los tacos de post-its adhesivos son de gran ayuda para incluir comentarios en una página o hacer un resumen.
- Haz una ficha de lectura que, por ejemplo, incluya el nombre del libro, el autor, la página de donde se extrajo el párrafo, etc. Eso evitará que pierdas tiempo adivinando de qué lugar sacaste el texto que necesitas para alguno de tus escritos.
- Lee más de una vez, especialmente si el texto es largo. Así tendrás una visión más detallada a la hora de hacer una crítica o un análisis.
- Esfuérzate para no caer en el aburrimiento o cansancio al leer. Si eso ocurre o te encuentras con una información incomprensible, lee nuevamente y consulta las obras de referencia u otros textos que te ayuden a entender. Nunca abandones tu lectura sólo porque te parece inentendible.
- Desarrolla esquemas, analiza y saca conclusiones de lo que has leído. Además intenta relacionar esa información con algo que te parezca familiar, ello te ayudará a comprender mejor y más rápido.
- Nunca descartes investigar, eso enriquece la lectura y también lo que escribas a partir de ella. Y siempre preocúpate de averiguar el significado de aquellas palabras que no conoces, así incrementarás tu vocabulario.
Imagen CC vía teclasorg