Pocos deben soñar en que se convertirán en un jefe malo. La gente que está a cargo de negocios son inconscientes de como son, ni siquiera pueden reconocer que sus acciones crean el caos y la insatisfacción en el lugar de trabajo. Contempla a tus colegas e identifica a estos nueve jefes que jamás quieres ser.
1.- El jefe padre/madre
Este jefe quiere pensar en el lugar de trabajo como una familia... exageradamente. Prioriza las relaciones dejando de lado la eficiencia y eficacia. Dan un montón de regalos y alientan a los empleados a acudir a ellos con algún problema personal. Tienen demasiada tolerancia con el error, incluso hasta el punto de la incompetencia. Y nadie es despedido. Los empleados se sienten comprendidos, apreciados, incluso amados, pero no se sienten como si estuvieran en un entorno profesional.
2.- El jefe muy ocupado
Este jefe tiene una fuerte necesidad de justificar su solvencia por mostrar sus propias habilidades. Ellos siempre están buscando problemas para resolver o para dar consejos, incluso cuando no hay ninguna necesidad de reforzar que es un buen jefe. Incluso podrían crear una situación difícil, sólo para resolverla. Los miembros de su equipo terminan con la impresión de que no son de confianza para trabajar sin su supervisión o para tomar sus propias decisiones.
3.- El jefe que incluye a todos
Este jefe tiene reuniones interminables sabiendo el resultado deseado, pero pide el aporte de todos modos. Este jefe va a escuchar, asentir con la cabeza, y luego, cuando el equipo termine de hablar, dirá: "Gracias por sus ideas. Ahora esto es lo que vamos a hacer." Finalmente, los miembros del equipo quedan frustrados por la pérdida de tiempo y dejan de contribuir, ya que saben que sus voces no serán realmente escuchadas y se ignorarán sus esfuerzos creativos.
4.- El jefe punto ciego
Este jefe está muy bien con la mayoría de las cosas, pero siempre tienen un proyecto o empleado que no pueden ver con claridad. Ellos personalmente asumen que su tiempo y esfuerzo no vale la pena para tal persona o idea, sin siquiera esforzarse para revertir la situación.
5.- El jefe explosivo
Este jefe es generalmente amable, o por lo menos cordial, la mayor parte del tiempo. Entonces, de la nada, algo los pone idiotas. Alguien se equivoca, o hay falta de comunicación, etc. Es como si alguien sacó el seguro a una granada de mano y ¡BOOM! Ellos gritan, hacen amenazas, insultan e humillan delante de otros. Puede que sea una vez al mes, pero es lo suficiente para afectar al equipo. Además, esperan que los demás reparen lo hecho.
6.- El jefe oculto
Este jefe casi nunca sale de su propia oficina. Ellos mantienen la puerta cerrada. Ellos no son accesibles (salvo para unos pocos privilegiados). Su nombre está en las notas, correos electrónicos, etc., pero nunca se sabe que existe como persona, porque nunca interactúan con el equipo.
7.- El jefe blando
Este jefe tiene que ser visto como el chico bueno, el bonito, el que a todos les gusta. Odian las emociones negativas, sobre todo cuando se dirigen a sí mismos. Esto significa que con frecuencia evitan la confrontación y que constantemente deja que la gente entre en dificultades. Ellos evitan las conversaciones difíciles, y cuando es necesario hablar algo desagradable, se centran más en asegurarse de que nadie está enojado con ellos en vez de hacer lo mejor por el equipo.