A lo largo de nuestra vida laboral nos encontraremos con buenos jefes, jefes más o menos, y, malos jefes. Quizás el trabajo nos resulte entretenido y atractivo. Quizás nos proyectamos en ese puesto, pero, siempre hay un PERO, tu jefe te cae mal y no lo soportas.
Hay jefes que pueden ser unos consagrados en su área, unos maestros con mil títulos, pero, hay algo que no pasas, algo que no te cae bien de esta persona. Tratas de disimular, intentas darle otra oportunidad, quizás después de un tiempo lo pasaré te dices a ti mismo.
El tiempo pasa y todo sigue igual o peor. Es por esto que a continuación te daremos algunos consejos para sobrevivir a ese jefe que odias.
-No eres tú. Cuando se trabaja en una oficina tienes que recordar que existe un organigrama, que tu jefe le rinde cuentas a otro jefe. Quizás muchos de sus comportamientos negativos sean causados por la relación que tiene con su superior. Por esto, debes poner mucha atención a los proyectos que existen en tu área y analizar cómo se han desarrollado, y los resultados obtenidos. Tal vez es tu jefe quien necesita de tu ayuda para mejorar el ambiente de trabajo.
Analiza a tu jefe. Tienes que ver si realmente tu jefe es malo o en realidad no tienen empatía. Por ejemplo, tu jefe cree que es de un nivel superior y se le quedaron los modales y la amabilidad en la casa. Si nunca te incluye en la toma de decisiones de los proyectos. O si cree que sólo él puede hacer el trabajo correctamente. Cuando les va bien nunca te incluye en los créditos. Estas son algunas de las características que debes analizar para cerciorarte si tu jefe es realmente un mal jefe.
-¡Propone! Si ya sabes en que área tu jefe está fallando, y por consiguiente, creando problemas, podrías tomar la iniciativa, y en vez de quejarte, podrías proponer de una manera objetiva y tranquila alguna solución. Recuerda que el diálogo cumple el rol fundamental a la hora de solucionar los problemas en una empresa.
-Desempeño y trabajo. Un mal jefe a veces puede criticar tu desempeño sin entregarte ningún aporte en cómo puedes mejorar tu labor. Antes de reaccionar como una víctima frente a las críticas, primero debes evaluar tu propio trabajo. Incluso sería bueno pedirle a tu jefe un poco de retroalimentación, y así lo incentivarías a ser más abierto sobre sus expectativas.
-Stop. Si tu jefe siempre te está pidiendo que te quedes más horas trabajando, nunca te da crédito por tu buen desempeño, se descarga contigo cuando las cosas van mal, no tiene modales y ciertamente es un controlador…ha llegado la hora de decirle que se detenga. Si no dices ¡stop! a todo esto tu jefe lo seguirá haciendo hasta que se aburra. Debes recordar que tu trabajo es un intercambio, no un favor.
Imagen CC JessicaAG