Sergio Moya es estudiante de Tecnología Médica de quinto año y antes de decidirse por estudiar esta carrera, tuvo como opción medicina y también una profesión muy diferente, derecho.
Sin embargo, asegura haber seguido el camino correcto, ya que ser Tecnólogo Médico le permite ayudar a personas de todas las edades, que padecen diferentes enfermedades y que son económicamente vulnerables: "Eso me hace muy feliz, pues me ayuda a complementar y a la vez me exige ser un profesional de excelencia", explica.
Lo gratificante de Tecnología Médica es que un examen médico es el primer paso para que persona se mejore de su enfermedad. El entregar un trabajo confiable, ayudará en el tratamiento del paciente y finalmente, si todo sale bien, la persona se mejorará y agradecerá profundamente el trabajo del profesional, la forma de atención y cómo se realizó la prueba.
Todo lo anterior motiva profundamente a este joven, lo hace sentir que su trabajo será el mejor del mundo y que ayudar a la gente lo satisface a él como persona.
A pesar de ser aún un estudiante, Sergio ha trabajado en diversos centros médicos, donde ha adquirido una experiencia que sin duda lo ayudará cuando -sin supervisión- trabaje y sea parte de algo tan importante como la salud de las personas.
Estas personas son de todas las edades, desde la inocencia y miedo de un niño, hasta el mismo temor que siente un adulto mayor. Respecto a esto, Sergio explica: "No siempre se entiende el procedimiento inmediatamente, hay que explicar varias veces lo mismo e incluso realizar demostraciones".
Este futuro tecnólogo médico, dice que su carrera no es muy conocida pero que detrás de cada profesional existe una formación y dedicación absoluta a cada uno de los pacientes. "Todo esto me representa totalmente y es mi motivación día a día en la atención en el área de la salud”.
Sergio finaliza invitando a todos los jóvenes con real vocación social a prepararse y ser parte de este grupo de profesionales fundamentales en el bienestar de la personas chilenas.
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