Alguna vez has mirado a tu jefe y te preguntaste: "¿Cómo en diablos consiguió este trabajo?"
"Está bien", dice Katie Mehnert, directora de competencia, capacidad y cultura de BP, en un reciente post en LinkedIn. "Todos lo hemos dicho antes, ya sea en voz alta o en nuestras propias mentes."
Ella dice que este pensamiento pasa por todos porque existen muchas visiones de cómo un jefe es un gran líder. “Los hay grandes, los buenos, los regulares, y los francamente horribles." Y es probable que te rodees con todos ellos durante tu vida profesional.
Mehnert ofrece algunas señales de que estamos tratando con un "fiasco" de jefe, y algunas estrategias sobre cómo hacer frente. Aquí están las mejores dos:
1. Carecen de visión.
El pensamiento de este jefe sobre todo trabajo siempre es: "todavía no he encontrado lo que estoy buscando." Ese es el tema principal de este líder," dice ella. "Muchas veces he visto gente ascendida a jefe porque siempre hacen lo que se les pide, sin embargo, no pueden pensar más allá de eso."
Es importante que las personas en posiciones de liderazgo no sólo tengan una visión fuerte, también se necesita que esas ideas encajen en el cuadro más grande de una manera integrada, práctica y relevante, afirma Mehnert.
Si el líder no tiene visión, o tiene la visión de túnel, lo que se espera es caos y confusión.
2. Son sabelotodo
Un líder sabelotodo es, obviamente, quien cree sabe todas las respuestas, y este es el tipo de jefe que más querrás evitar.
Los líderes excepcionales, por otro lado, poseen curiosidad. "Ellos saben lo que les falta, y es su papel dar forma a un equipo que aporte conocimiento, habilidades y la experiencia que el jefe no posee"; dice Menhert.
No hay ningún punto que se pueda debatir con este jefe. Nunca vas a ganar, así que ni siquiera lo intentes, dice ella. A ellos hay que darles una sonrisa y las gracias por su "gran inteligencia.
"Sólo recuerda, sin embargo, que hay un montón de trapos en este mundo", concluye Mehnert. "Algunas personas nunca aprenden, sin embargo también tenemos a los que aprenden, crecen y mejoran. A veces, también, el mejor aprendizaje es el haber vivido la experiencia de tener un mal jefe. Algunos de mis mejores trabajos y brotes de crecimiento se deben a la forma en que actué frente a los malos liderazgos."
Imagen CC vía Bruce Moyle