"Nada de lo que da la civilización es el fruto natural de un árbol endémico. Todo es resultado de un esfuerzo. Sólo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde”.
Esta cita de José Ortega y Gasset refleja lo importante que es trabajar en conjunto. Pero para que el resultado sea el correcto, se necesita contar con un equipo donde existan tareas y metas comunes, pero especialmente, una responsabilidad y compromiso colectivo.
Hay una serie de otros aspectos a tener en cuenta para que los equipos sean eficientes, por ejemplo, la motivación dentro del grupo, la confianza entre sus miembros, la lealtad, la empatía y la buena comunicación.
Otro factor esencial es definir los roles que asumirá cada integrante, sin olvidar que no existe un cargo más importante que otro, cada miembro del equipo es parte fundamental de él. Además, es imprescindible crear un clima de trabajo adecuado, donde impere la cooperación y el respeto.
El rol de un líder
Tal como plantea el libro Effective teamwork: practical lessons from organizational research de Michael A. West, cuando cooperamos en el trabajo podemos lograr infinitamente más de lo que obtendríamos si lo hiciéramos de forma individual.
Pero se debe recordar que el diferenciar roles y responsabilidades, no significa que el líder del grupo sea el único que deba ocuparse de todos los objetivos, estrategias y resultados. West establece las principales funciones de un director grupal.
-
Establecer objetivos claros y compartidos
-
Cambiar roles de los integrantes del equipo
-
Desarrollar tareas individuales
-
Evaluar las contribuciones de cada miembro
-
Mantener un feedback acerca del rendimiento del equipo
-
Revisar los procesos, estrategias y objetivos del grupo
Cinco razones para trabajar en equipo
Idear y/o materializar un proyecto conlleva una serie de obstáculos que pueden disminuir o desaparecer al contar con un grupo cohesionado y de alto rendimiento. Los beneficios de trabajar en equipo son diversos.
- Amplitud de información: aportar ideas, opiniones y conocimientos son características grupales que benefician el trabajo y a cada integrante del equipo, al nutrirse con nueva información. Ello permite tener distintos puntos de vista para analizar cada aspecto a la hora de tomar una decisión definitiva.
- Apoyo mutuo: al momento de compartir las distintas responsabilidades que implica un proyecto, se minimizan las tareas, el tiempo que éstas requieren y las probables tensiones que genera la carga de trabajo. Asimismo el equipo tiene mayores posibilidades de evitar graves errores.
- Realización personal: ver que el aporte individual contribuye a lograr lo esperado, generará mayor motivación y confianza en ese integrante, y en consecuencia un impulso para que el equipo continúe enfocado en la meta.
- Fortalecimiento de las relaciones interpersonales: ello permite tener una relación fluida con los demás y ayudar a la armonía en el trabajo. Genera buenos líderes y propicia el logro de resultados positivos.
- Incremento de la creatividad: concretar las metas, estimula el lado creativo que tiene cada integrante. Se generan resultados novedosos y de mayor calidad.
Un equipo es la esencia de una empresa, incluso de nuestros emprendimientos. Pero tener al adecuado es más importante que contar con un modelo de negocio atractivo. Crear un grupo eficiente requiere tiempo y compromiso. Además cada integrante debe aceptar las reglas y comprender sus responsabilidades para llegar al objetivo esperado.
Imagen CC vía Accelerating Change. Together.