Todos hemos estado allí, inclinado sobre la pantalla del computador, mirando el reloj y esperando para otro día de trabajo terrible termine.
No te gusta la gestión, la cultura de la empresa o tus compañeros. En resumen: odias tu trabajo.
Sin importar lo mucho que apeste el trabajo, renunciar puede no ser siempre una opción viable para ti. Así que aquí están algunas sugerencias sobre cómo puedes mantener una actitud positiva en el trabajo:
1) Piensa en tu siguiente trabajo:
Antes de entregar tu renuncia en, piensa en lo que quieres que tu próximo trabajo sea. ¿Hay habilidades que necesita desarrollar para que te contraten? Utiliza tu tiempo en el trabajo para mejorar tu conjunto de habilidades para nuevos proyectos o asumir nuevas responsabilidades. Esto te ayudará a mantenerte motivado y demostrar a tu jefe alguna iniciativa al mismo tiempo.
2) Piense en su salario:
No se trata de la cantidad que recibes sino de las cosas buenas que puedes pagar con ese dinero ¿Estás ahorrando par el viaje de tu vida? ¿Qué tal una casa nueva? Nuevo auto? Cuando no se puede lograr salir de la cama por la mañana, sólo céntrate en lo que cada minuto en el trabajo en realidad te compra. Por lo menos, puedes estar agradecido de que tienes un trabajo para pagar por tus sueños.
3) Sonríe más:
Los estudios han demostrado que la sonrisa disminuye el estrés, y realmente puede hacerte feliz. Sonríe a tus colegas. Podrás estar harto de tu trabajo, pero no tienes que infligir miseria a todos los demás. Después de todo, a nadie le gusta trabajar con la gente infeliz, así que haz el esfuerzo de ser positivo y agradable. Uno nunca sabe cuando necesite recibir una de vuelta.
4) Mantén una lista de todas las cosas buenas:
Comienza haciendo una lista de todas las cosas positivas sobre tu trabajo, tus colegas o cualquier cosa¿Va a perder la máquina de café más buena del mundo? ¿Ir a tu lugar favorito para el almuerzo?
5) Vístete mejor:
6) Deja de lloriquear
Hablar constantemente sobre tus problemas en realidad te hace sentir peor. Lo único que hace es mantener los sentimientos negativos que ya tienes sobre tu trabajo. La próxima vez que estés con tus amigos, deja de pensar en lo que es estar en la oficina y simplemente disfruta.
7) Vivir fuera de la oficina:
Trata de no caer en la rutina. En su lugar, toma un respiro de vez en cuando para hacer algo que realmente disfrutes, ya sea ir al cine, hacer ejercicio, reunirse con amigos, etcétera.
No importa lo mucho que odies tu trabajo, no hay que olvidar que es sólo temporal y que tú eres responsable de tu propia felicidad!