Se ha escrito sobre presentaciones muchas veces, pero pocas veces se han proporcionado las verdades fundamentales que transforman una presentación de la media en un discurso para el recuerdo
¿Quieres conocer esas verdades? Aquí tienes siete:
1. Nunca dar un sermón
En casa, un sermón es lo que sucede cuando tus padres te pilla portándote mal (aburrido). En la universidad, un sermón es aquello que da un profesor aburrido. En los negocios, un sermón es cuando tenemos un mal presentador pasando de diapositiva en diapositiva (máximo grado de aburrimiento). No fuerces nunca la gente a leer las presentaciones y escucharte a ti decir exactamente lo mismo.
2. Apela a las emociones
El propósito de una presentación de negocios es llevar a la audiencia desde su estado actual de emoción (por lo general escépticos o sin interés) hacia uno que los lleve a tomar decisiones favorables (emocionados y excitados). Por lo tanto, la estructura de tu presentación debe ser un viaje a través de una serie de emociones, en lugar de una serie de hechos:
Ejemplo:
- Temeroso. (Llevar su atención hacia un problema.)
- Aliviado. (Hay una solución a ese problema)
- Confiar. (Tu empresa tiene la solución a ese problema)
- Convencidos. (Ellos están listos para entrar en acción)
3. Contar historias
Grandes presentaciones siempre son una colección de cuentos. Una historia puede ser algo tan corto como una explicación de cómo llegaste a una estadística en particular o toda una anécdota de negocios de cinco minutos de duración. Como siempre, y mientras seas pertinente y conciso, estas historias van a crear la respuesta emocional que estás buscando.
4. Utiliza señales
En los viajes del mundo real, hay señales que te guían a un destino ("Ciudad x a 10 kilómetros") o te dicen cuando has llegado (" Bienvenido a Ciudad x"). En presentaciones de negocios, tus señales son las diapositivas que contienen hechos, gráficos o tablas que indican a dónde quieres que vaya tu audiencia o cuando han llegado.
5. Mantenerlo simple
La gente presta atención a las historias que son relevantes, por lo que cuenta bien tus historias y cuenta hechos de fácil comprensión, que sean cuantificables, verificables, memorables y dramáticos. La gente también apaga sus cerebros cuando se enfrentan a la complejidad, por lo que nunca muestres una diapositiva o video que no sea de fácil comprensión.
6. Vuélvalo personal
Elige a una persona en la audiencia y habla directamente con esa persona. Haz de cuenta que todo el mundo está como "oyente pasivo", como en una fiesta. Cada vez que te muevas a otro segmento de la presentación, cambia a una nueva persona. Esto hace que cada persona en el público se sienta como si estuvieras hablando con él o ella personalmente, incluso si sólo el "objetivo" es a algunas personas.
7. Utiliza la regla 20/20
Reduce la presentación a 20 minutos o menos y ensaya tu presentación 20 veces.
Imagen CC vía NASA Goddard Photo and Video