"Siempre he tenido jefes que gustan de mi trabajo, pero mi antiguo líder se marchó hace unos meses y al parecer su reemplazante no gusta mucho de mí. Ella se lleva bien con mis compañeros de trabajo, pero nada de lo que hago parece gustarle. Ella parece molesta cuando trato de hablar, derriba mis ideas, y me dejó fuera de las reuniones importantes. Sé que esto va a afectar mi carrera si no lo resuelvo, pero no estoy seguro de lo que puedo hacer."
Imaginemos esta carta como un llamado de emergencia de un empleado que necesita con urgencia sobrevivir a un empleo con un jefe que, a todas luces, lo odia.
Cuando la persona que está actualmente a cargo de tu carrera no le agradas y te congela de forma activa, estás caminando en un terreno peligroso. Los gerentes tienen una enorme cantidad de control sobre tu carrera, desde qué proyectos realizarás hasta qué oportunidades profesionales y reconocimientos recibirás. Un gerente que te odia puede detener de tal manera que genere un impacto fuertemente negativo en tu carrera.
No se puede cambiar la situación de un día para otro, pero aquí hay cinco maneras con las que puedes recuperar algo de control sobre la situación:
1.- Pregunta directamente a tu jefe cómo mejorar el rendimiento en el trabajo
Dar a una persona que te odia este tipo de invitación abierta a criticarte, puede caer como contra intución, pero si tu gerente puede articular opiniones específicas, lo mejor que puedes hacer es escucharlas. Además, a veces un jefe puede tener quejas legítimas. Así que seamos abiertos de mente y escuchemos para ver si alguna de sus críticas es válida, y mejor aún, útil para nosotros.
2. Ir al frente
Mientras pedir directamente críticas soluciona una parte del problema, también está la opción de hacer frente al asunto más grande y preguntar al jefe el por qué te está tratando de esa forma. Si llegas a hacer esto, el tono con que lo hagas es MUY importante si es que no quieres ser tratado peor. No vayas como una víctima o en sentido acusatorio, más bien toma la conversación como si fuese una discusión sobre cualquier otro problema laboral, por ejemplo, cuando se llega a un acuerdo con un cliente.
Trata de decir algo como: "Tengo la sensación de que no eres feliz con mi trabajo. Se ha mostrado mal conmigo, y no me han incluido en las reuniones con el resto del equipo. Realmente quiero que tengamos una relación de trabajo fuerte. Si hay cosas que te gustaría que haga de forma diferente, estaría agradecido de saber."
3. Cultivar una red fuerte con otros colegas
Las relaciones con compañeros de oficina importan ahora más que nunca. Puedes ser capaz de forjar conexiones con ellos para reducir la aversión que tenga el jefe hacia ti. Si la gente sabe que eres un profesional impecable y competente, es menos probable que se dejen llevar por la negatividad del jefe hacia ti. Además, pueden ser referencias fuertes cuando estés en busca de un nuevo empleo.
4. Utiliza un poco la adulación (sin abusar)
Sí, esto es un poco maquiavélico, pero la situación puede requerir que debas decir cosas amables a una persona que realmente no lo merece. La realidad es que las personas tienden a preferir las personas las adulan. Descubrir que alguien que no te gusta ha estado diciendo cosas halagadoras acerca de ti puede causar un cambio de perspectiva. ¿Por qué no utilizar eso a tu favor?
5. Comienza a pulir tu CV
En última instancia, si a tu jefe le disgustas y no hay nada que pueda solucionar eso, la mejor opción puede para salir de la situación es abandonar el buque. Eres mucho mejor trabajador cuando te desempeñas para alguien que valora tus talentos.
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