El lenguaje trasciende a todas las actividades cognitivas, es el pilar para la adquisición y trasmisión del conocimiento. El hábito de leer repercute en las capacidades verbales, creativas, emocionales y sociales. Características imprescindibles en el mundo del trabajo.
Por lo mismo, el resultado del estudio del Centro de Microdatos de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, es preocupante. Un 44.3% de la población adulta en Chile se encuentra en una situación de analfabetismo funcional en textos, un 42% en documentos y un 51.4% en el área cuantitativa.
Si no existen estímulos durante la infancia para que los futuros trabajadores se familiaricen con la lectura y la disfruten, es muy probable que surjan grandes dificultades para comprender las responsabilidades que exige el escenario laboral. Pero lo importante no es sólo adquirir el gusto por los libros, sino que también entender lo que se lee.
Estrategias para una lectura efectiva
The seven habits of an effective reader es un sistema desarrollado por el Departamento de Educación de Georgia en base a siete tácticas que buscan reforzar la comprensión de lectura. Para que el resultado sea efectivo, éstas deben ser enseñadas en conjunto y no como unidades aisladas:
1. Visualizar: los lectores se forman imágenes mentales acerca de lo que leen. Ese ejercicio ayuda a conectar la nueva información con experiencias anteriores.
2. Preguntar: este paso da a los lectores una oportunidad para leer y releer o diseñar un método que les permita poner a prueba sus ideas. Además, las preguntas que se encuentran de forma explícita en el texto pueden ayudar a hacer una síntesis de éste o a determinar los puntos más relevantes de la lectura.
3.Conectar: las conexiones a partir de un escrito pueden producirse cuando los lectores recuerdan algo que habían visto, leído o escuchado; cuando rememoran una experiencia propia o cuando se acuerdan de un acontecimiento mundial.
4. Predecir: los buenos lectores usan claves o información de un texto junto con sus propias experiencias para predecir lo que va a suceder en la historia. La anticipación da a los lectores un aliciente para seguir leyendo y así determinar si sus pronósticos fueron correctos.
5. Inferir: se utilizan las pistas del texto y la propia experiencia para sacar conclusiones sobre lo que se lee. Ello permite que las personas interactúen con su lectura.
6. Determinar la importancia: los lectores deben decidir qué términos, temas, ideas, elementos o conceptos son relevantes para el texto en su conjunto. Este proceso los ayuda a comprender el contenido del texto y qué partes requieren de mayor atención.
7. Sintetizar: esta es la clave para el aprendizaje de los contenidos presentados en el texto. Los lectores son capaces de comunicar su comprensión del texto. Se reúnen las partes del rompecabezas para formar un todo.
Lectores tardíos
La lectura es la herramienta más trascendente para insertarse en la sociedad del conocimiento. Sin embargo, el que ésta no haya sido inculcada a temprana edad, no significa que sea imposible el desarrollo del hábito lector en la juventud o adultez.
Una buena táctica es partir leyendo sobre los temas de nuestro interés, mejor aún si ello nos lleva a aumentar la lectura en búsqueda de nueva información. Otra alternativa es asistir a las ferias de libros, puede ser la oportunidad para armar una biblioteca a bajo costo o para descubrir textos que no logramos encontrar en los típicos puntos de venta.
También es necesario no olvidar el aporte de las bibliotecas públicas, ni desestimar las facilidades que nos ofrece la tecnología a través de Internet.
Como dijo en su discurso ante las Naciones Unidas Malala Yousafzai, la escolar pakistaní de 16 años a la que dispararon los talibanes por asistir a clases, en octubre del 2012: “tomemos nuestros libros y nuestros bolígrafos, que son nuestras armas más poderosas”.
Foto CC vía alexramos10