Cuando entre en la universidad a estudiar periodismo, no estaba segura de lo que hacía. De hecho, pensé varias veces en cambiarme de carrera porque sabía de las dificultades para encontrar trabajo, sólo conocía el éxito de los periodistas de la televisión, es decir, no sabía qué tan amplio podía ser el campo laboral de estos profesionales de las comunicaciones.
Con el pasar de los años me tocó hacer la práctica en un portal web donde el ambiente era muy grato. Sin embargo, no lo estaba tomando enserio por la misma confusión que tenía, hasta que empecé a tener interacción con mis lectores. Es que hasta antes de eso no alcanzaba a darme cuenta de lo importante que puede llegar a ser tu palabra para el lector que aprecia o necesita tu información.
Una de las ventajas de escribir en internet es justamente la posibilidad de saber que al menos una persona está leyendo tu trabajo, lo que definitivamente le da sentido a lo que haces.
Hacer entrevistas también es parte de mi trabajo y, aunque soy un poco tímida al principio, este ejercicio de concertar una cita y conocer gente nueva, expertos en distintas áreas, me produce gran satisfacción y me ha ayudado a soltarme y quitar mi timidez.
Tener agenda propia, por el momento me desempeño de manera independiente, por lo tanto yo misma armo mi horario y decido qué temas quiero investigar. Esto es una ventaja que no es compatible con un trabajo de horario fijo. Pero te permite organizar tus tiempos según tus propios intereses y quehaceres diarios.
Esto mientras trabajas por tu cuenta o como “freelance”. Sin embargo, cuando me tocó cumplir horarios, lo que más me gustaba de mi trabajo era asistir a eventos o a conferencias, ya que a pesar de la presión que tienes para hacer las notas rápido después de concurrir a una conferencia de prensa, por ejemplo, te da la posibilidad de salir de la oficina y romper la rutina diaria.
De vez en cuando también me tocaba salir de la ciudad, viajar a otras regiones, lo cual sin duda es un agrado, la gente que te espera te recibe con mucho cariño y están dispuestos a hacerte el día muy fácil. Es cansador por el viaje, pero, ¿a quién no le gusta viajar? Y con todo pago, mejor aún.
Pero lo que más me ha hecho darme cuenta de que mi trabajo es lo que amo es la interacción con la gente, esa cercanía que produces, no he tenido malos ratos hasta el momento así que para mí sentir que puedo ayudar en algo con lo que escribo y que la gente me lo devuelva con cariño y respeto, es una señal de que esto es lo que quiero hacer.
A pesar de que el periodismo hoy en día es una carrera un poco desprestigiada por los mismo medios de comunicación, hay gente que te respeta mucho, al menos a mí me han tocado personas que de verdad aprecian lo que hago y cuando los tengo que entrevistar o reseñar, están siempre dispuestos a ayudarme en todo lo que puedan.
Debo reconocer que me gusta mucho escribir, a veces soy un poco floja y me cuesta empezar, pero cuando lo hago me apasiona ir hilando frase por frase para que se vaya entendiendo la idea, ir hermoseando el texto para hacerlo ameno y de fácil lectura, es un desafío apasionante.
También me di cuenta de que las comunicaciones y la difusión de las ideas son muy poderosas y generan cambios reales como por ejemplo, las luchas recientes que ha habido entre los ciudadanos y el gobierno por las empresas que han querido instalar plantas de producción que generan daños medioambientales severos en distintas regiones del país: Hidroaysén, Pascua Lama, Barrancones, etc. Por eso me gusta mi trabajo, por lo que se puede llegar a cambiar con un buen plan de comunicación, espero algún día ser la gestora de algún cambio.
El ejercicio de esta profesión, al menos como la desempeño yo, me obliga siempre a estar buscando y aprendiendo nuevas cosas. Incluso, hay ocasiones que los temas que me designan o que siento que debo investigar, no son de mi agrado o no me motivan, sin embargo mientras estoy trabajando en ellos empiezo a interesarme y a querer transmitir ese interés en mi escritura.
A veces, cuando trabajas en una empresa te piden que aumentes la difusión de un producto que venden o la interacción con los trabajadores… por lo que pasas horas y horas en proceso creativo tratando de ingeniártelas para cumplir las metas citadas. La posibilidad de emplear la creatividad y la espontaneidad en un trabajo de oficina rutinario, es otra señal de que esto es lo mío. Me aburro con facilidad y cuando no hay acción o cosas que rompan la monotonía me empiezo a mecanizar.
Cuando he trabajado en equipo también lo he apreciado mucho y me ha hecho pensar que es muy enriquecedor cuando hay falta o sequía de ideas. Además los compañeros siempre te sacan de la rutina y te ayudan a mejorar, en el caso de los periodistas, la entrega de los mensajes.
Leer, investigar, estudiar, para muchos puede ser tedioso y aburrido, pero para mí resulta ser gratificante porque siempre me obliga a esforzarme más y a valorar aún más el resultado de ese estudio, que por lo general termina en un texto.
Tal vez no debería confesarlo, pero una vez tuve que hacer una nota sobre una terapia alternativa y la persona que se especializaba en esa área me regaló unas sesiones de relajación, sólo por el hecho de ir a entrevistarla. Pude vivir en carne propia lo que estaba reporteando y dar fe de los resultados desde la experiencia. Lo que no quiere decir que ando buscando de donde sacar provecho, no obstante como fue algo que se dio, lo acepté y me sentí más segura de que amo mi profesión y mi trabajo.
Sin duda adoro las posibilidades que me da mi trabajo, cada día que pasa pienso que estuvo bien haber elegido esta profesión y aunque muchos colegas podrán darme un rosario de las cosas malas sobre el ejercicio de la profesión, estoy segura que la forma en que vivas lo que haces, es lo que te da satisfacciones y no el dinero que ganas por hacerlo. De lo contrario no habría periodistas en Chile.
Tampoco he tenido malas experiencias o si las he tenido, las he tomado como aprendizaje porque siempre recuerdo lo bueno y pocas veces lo malo de ejercer este trabajo.