No hay duda de que todos nos dimos cuenta que la meditación ya dejó las puertas de monasterios y templos budistas para viajar a todo el mundo, incluso al mundo corporativo.
Hay aplicaciones de meditación en abundancia, y organizaciones, que van desde Google a las Fuerzas Armadas, han abrazado la idea de promover la meditación plena. Algunos meditadores budistas de toda la vida se quejan de que incluso este nuevo frenesí está corrompiendo el verdadero significado del ejercicio.
Con todo el interés, tal vez has considerado la opción de hacerlo viendo todo el alboroto, pero formar parte de una sabia tradición de miles de años de antigüedad es bastante intimidante.
¿Cómo puedes tú, trabajador a tiempo completo, empezar a meditar con un horario totalmente copado? PsyBlog recientemente publicó un artículo con formas rápidas y fáciles de poder incluir la meditación en tu vida, aunque sea un poco. Algunos son menos apropiados para los empresarios (la meditación de la vela, por ejemplo, no se recomienda para los que están sentados en un escritorio apilado con facturas), pero aquí están algunos que podrían funcionar para ti:
1.- Meditar caminando: Es posible
Si ya disfrutas de los paseos para despejar tu mente, tienes todo el tiempo y la oportunidad que necesitas para dar a la meditación el tiempo que merece. Un recorrido de 10 a 15 minutos en el parque es la oportunidad perfecta para probar la meditación caminando. PsyBlog explica: "Se trata de centrar la atención. Al principio, la gente a menudo se concentra en la sensación de sus pies tocando el suelo. Ahora podrías enfocarse con esa misma facilidad en la respiración o en todo tu cuerpo, parte por parte. La clave, sin embargo, es el desarrollo de una especie de atención relajada. Cuando tu mente divaga, tráela de vuelta con suavidad, sin juzgarte a ti mismo".
2.- Meditar comiendo
No hay excusas para esto. Todo el mundo come, así que todo el mundo tiene la oportunidad de inyectar un poco de atención a la hora de comer. Cuando tomas el primer bocado de cada comida, tan solo toma un momento para realmente prestar atención a su sabor. Mira la comida con cuidado, siente la textura en tu boca, huele y observa todo el momento. No tienes que hacer un seguimiento a todo lo que comes, pero a veces debes dedicar más tiempo a disfrutar la comida y no sólo devorar y devorar
3.- Dejar de lado el mail
Para muchos de nosotros, nuestro primer impulso cuando tenemos un tiempo de descanso es revisar nuestro correo o abrir las redes sociales. La próxima vez que sientas la necesidad de refrescar tu concentración ¿Por qué no probar la meditación? Es muy simple: Aléjate de tu computador, tablet o smartphone y quédate un momento sentado poniendo atención a las sensaciones en tu mente y cuerpo ¿Cómo se siente? ¿Qué oyes? Trata de estar 100% presente en ese momento. Si tu mente divaga y comienza a pensar en las tareas pendientes o sobre las cosas que hiciste ayer, déjalo ir. Suavemente trae tu mente de vuelta al presente.
Imagen CC vía crdotx