Típico después de clases tomas la micro para dirigirte a clase, recuerdo que era el mes de septiembre cuando con cinco compañeros más nos íbamos a la casa, vivíamos relativamente cerca es por eso que tomábamos la misma micro. Ese día al compañero que le tocaría vivir esta experiencia ya le había pasado algo en clases, por algo lo apodamos “yuyin”, bueno estábamos en una de las tantas clases cuando de repente sentimos un fuerte ruido, era él que se había caído luego de estar balanceándose con la silla.
Ya una vez en el interior de la micro, nos fuimos a sentar en la parte trasera, en una de las tantas paradas del vehículo, el chofer abre la puerta de atrás para que baje una persona y a “yuyin” se le ocurre colocar su zapatilla antes que la puerta se cierre, provocando que al sacar su pie la puerta chocara fuertemente, por el espejo pude ver la mirada del conductor algo enojado, pero pensamos que todo quedaría en eso.
Cuando estábamos cerca de siete paraderos de nuestro destino donde debíamos bajarnos todos, mi compañero vuelve a hacer la misma gracia, esta vez la puerta sonó más fuerte, la sorpresa vino cuando el conductor paró la máquina, caminó hasta nuestros asientos y enojado preguntó ¿quién fue el chistosito? A lo que nosotros apuntamos a “yuyin”, el chofer lo agarró del brazo y lo bajó de la micro, provocando de inmediato que nos miráramos entre nosotros tratando de disimular nuestra risa, pensando que capaz el micrero nos bajara a nosotros igual, mientras veíamos por la ventana a nuestro amigo que comenzaba a caminar.
Nos bajamos en nuestro paradero y decidimos esperar al pobre yuyin, pero no para consolarlo sino que para reírnos de él, cuando llegó no aguantamos la risa y él haciéndose el “choro” dijo: "que agradezca que no le “pare la mano” no quería hacer un escándalo", a lo cual sólo atinamos a decirle ¡sí, claro!.
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