Existe una nueva estrategia para el fomento de hábitos y está funcionando increíblemente bien. Esta estrategia es muy fácil y se rige por tres reglas simples.
Así es como funciona. Estas son las reglas:
1.- Tienes que comenzar con un hábito que sea muy fácil de aprender. Debe ser tan sencillo que sea imposible negarse y que no cueste mucho al principio.
2.- Tienes que aumentar ese hábito cada día, pero de una manera increíblemente pequeña.
3.- Incluso después de aumentar ese hábito, debe seguir siendo fácil vivir con él. El hábito total debe ser dividido en partes más fáciles de ser necesario.
Ahora, vamos a hablar de cómo se ve en la vida real. Tomemos como ejemplo las flexiones de brazo. Mientras más uno hace, mejor estado físico tendrá, pero es difícil ¿o no? Así podrías usar las tres reglas para crear una rutina:
El primer día, hacer 10 flexiones de brazos, que sólo toman de 10 a 15 segundos ¿Tendrás beneficios? Obviamente no, pero será tan fácil que te comenzará a motivar.
El segundo día, haz 11 flexiones de brazos. Una pequeña mejora, que tampoco te transformará en Hércules, pero que es un avance al fin y al cabo.
Sigue aumentando a una flexión por día. Aumenta y verás como, sin darte cuenta, un día estarás haciendo 100 sin sufrir.
Una vez que llegues a un mayor número, sepáralos en grupos más pequeños.Por ejemplo, para hacer 50 flexiones de brazos, podrías hacer tres series: 20, 20, 10.
¿Por qué estas reglas te ayudarían a crear un hábito con mayor facilidad? Porque te estás centrando en realizar realmente esto en lugar de preocuparte por el resultado. Tu meta en estos momentos no es adelgazar, sino hacer una flexión extra cada día. A veces, un pequeño cambio psicológico es todo lo que necesitas para derrotar a Goliat.
Los pequeños hábitos ¿Realmente significan algo en tu vida?
Sé que estos pequeños avances pueden parecer casi sin sentido, sobre todo al principio. Pero los pequeños hábitos en realidad pueden dar lugar a progresos increíbles muy rápidamente.
¡Dale una oportunidad y ve cómo anda todo!
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