En la mayoría de los equipos de trabajo, hay un miembro que tiene más experiencia y que ha pasado prácticamente toda su vida laboral en esa empresa.
Son reconocibles a simple vista, conocen la oficina como la palma de su mano, se saben la historia de cada uno de los trabajadores que han pasado por ahí, así como cuáles han sido los cambios más impactantes y crisis por las que ha pasado la compañía.
Si eres uno de esas personas que han dado su vida a su trabajo y no quieres poner en evidencia tus años de experiencia ¡estas frases no las digas!
Esto antes no pasaba: Esta es una frase que hace que tu carnet caiga brutalmente al piso. Decir que hace años “eso no pasaba” es reconocer de la manera menos “elegante” que has estado gran parte de tu vida entre esas cuatro paredes y que, por lo tanto, tienes tus años.
Las nuevas generaciones no tienen respeto por nada: Decir esto denota cierta “intolerancia” por los cambios y las costumbres de las nuevas generaciones, lo que además de generar anticuerpos en tus compañeros, pondrán en evidencia la cantidad de años que llevas en la empresa.
Si tú eres como un hijo: Esto causará ternura entre tus compañeros más jóvenes y los que están comenzando, pero sin duda alguna, dejará al descubierto la cantidad de años que perteneces al equipo y que lo que te sobra, es experiencia.
Antes sin tanta tecnología todo funcionaba mejor: Esto solo dirá que viviste la época de la prehistoria en tu empresa, que has probado todos los métodos conocidos por el hombre para realizar tus labores y que además de ser un experto, eres un inadaptado a los cambios.
Te lo dice la voz la experiencia: Quizás esto podría parecer que quieres que sepan que llevas muchos años en la empresa y que eres “el que se las sabe todas”, pero ¡ojo! Cantidad no significa calidad.
Trabaja en algo, para que el Diablo te encuentre siempre ocupado: Esta frase era costumbre hace muchos años atrás, por lo tanto, si no quieres parecer el abuelo de tus compañeros, no la digas.
Cuando yo recién llegué, la comida era buena: Manifestar esto, es reconocer que eres casi una reliquia de la empresa. Hay maneras diferentes de decir que la comida no es tan rica como antes y que quizás, la tecnología no está jugando una buena pasada en este aspecto.
Si este escritorio hablara quizás qué cosas diría: Esta frase no es precisamente símbolo de hombre canchero o mujer “matadora”. Simplemente dice “llevo muchos años y tengo más historias para contar que Condorito”.
Ya no estoy para esos trotes: Cuando tus compañeros de trabajo te inviten a una fiesta o convivencia, si no tienes ganas de ir, excúsate de cualquier forma, menos diciendo que ya no estás para esos trotes. De hacerlo, estás poniendo en evidencia la cantidad de festejos que tienes en el cuerpo.
Ya no quedamos muchos de los que partimos en esta empresa: Quien te escuche pensará que los demás jubilaron y que el próximo serás tú.
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