Un liderazgo de clase superior significa hacer pequeñas y grandes cosas necesarias para que sus empleados puedan prosperar. La experiencia ha revelado las características que los trabajadores admiran de un jefe, ayudando así a nuevas generaciones de empresarios a adaptarse a las necesidades de su equipo.
En base al historial de trabajo ¿Qué cosas identifican a un gran jefe? Aquí puedes ver algunas características que son muy apreciadas en el mundo laboral:
1. Fomentar la diversidad de puntos de vista
Los jefes "promedio" crean equipos donde todo el mundo piensa de la misma manera. Los jefes extraordinarios buscan recurrir a una multitud de puntos de vista y opiniones, y con ello comprenden mejor lo que está sucediendo en el mercado y lo que se puede hacer para aprovechar las condiciones de éste. Ellos emplean y promueven una idea que evite la uniformidad de pensamiento.
2. Vivir en constante cambio
Los jefes promedio se aferran a los productos y procesos que los hicieron exitosos. Los jefes extraordinarios saben que la mayoría de los productos y servicios tienen una vida relativamente corta antes de ser reemplazados por nuevas cosas. Ellos saben que la "próxima generación" probablemente utilizará una tecnología totalmente diferente y que se hará negocios de una forma nunca antes vista. Ellos, por tanto, están más que dispuestos a sacrificarse y reemplazar los productos y servicios actuales, sin importar que se estén vendiendo bien.
3. Hablar desde el corazón
Promedio jefes tratan de ser formales y distante, ocultando cualquier afecto con los empleados. Por el contrario, los jefes extraordinarios hablan honestamente acerca de sus metas y deseos, admiten sus propias vulnerabilidades, y piden la ayuda y comprensión de sus empleados. Cuando su equipo gana, expresa gratitud hacia ellos. Cuando su equipo pierde, se compadecen en lugar de criticar, para luego que encontrar la manera de hacerlo mejor la próxima vez.
4. Anima a confraternizar
Los jefes promedios aman los beneficios que demuestran el orden jerárquico de la empresa, como un comedor distinto para él. Los jefes extraordinarios prefieren beneficios como salas de juego y almuerzos gratuitos que promueven la interacción social, tanto entre los grupos, como entre los directivos y los empleados. El objetivo: Facilitar a los empleados para que hagan amigos, y así entienda que no están allí para trabajar para alguien, sino para hacerlo en equipo.
5. Ser más familiar
Los jefes promedio ven a las familias como distracciones de los asuntos reales, como el trabajo. Los jefes extraordinarios, sin embargo, saben que numerosos estudios muestran que la productividad se ha mejorado en gran medida por la presencia de cuidado infantil en el lugar, y que trabajar desde la casa hace que los padres sean más productivos. Un buen líder, por lo tanto, ayuda a los empleados a ser más productivos, buscando maneras para que ellos estén mejor conectados con sus familias.
6. Apoyar la caridad
Los jefes promedio ven el voluntariado y la caridad como un acto necesario sólo si trae beneficios a la empresa, como una buena imagen. Los jefes extraordinarios alientan las actividades de grupo -como ventas de pasteles, conciertos benéficos o ayuda a escuelas- que crean interacciones sociales, construyendo así un sentido más fuerte de comunidad tanto dentro de la empresa y con la comunidad en general.
7. Reducir la burocracia mediante la dispersión de energía.
Los jefes promedio acumulan poder de toma de decisiones en la parte superior de la escala, lo que conduce inevitablemente a la creación de una burocracia. Los jefes extraordinarios saben que la burocracia y la toma de decisiones centralizada crea fricción, frenando el crecimiento.
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