Eran los fines de los noventa, comienzos del nuevo milenio. La globalización ya estaba marcando el paso de las generaciones y la masificación de los medios masivos de comunicación, apoyados en la gran fuerza que tomaba Internet, hacían que cosas que antes no llegaban a la luz público, menos masivamente, ahora lo hicieran.
Y así fue el caso de tres bandas que marcaron a miles de niños y adolescentes chilenos en esos años. Deftones, Limp Bizkity Korn se levantaron del underground para ingresar de lleno al mainstream, ofreciendo así algo distinto, para todos aquellos que queríamos algo distinto, algo que, muchas veces, ni siquiera conocíamos aún.
La principal cadena de videos musicales, que en ese entonces sí se dedicaba a dar a conocer música, no como ahora que solo produce pseudo-realities (que muestran como un paraíso la decadencia, la falsedad y el plástico de la sociedad actual), se encargaba de transmitir entrevistas, conciertos y tocatas en vivo, vídeos chistosos, especiales, cualquier cosa relacionada con estas tres bandas norteamericanas.
Izando la bandera de un pujante, y muchas veces renegado, Nu Metal estos grupos fueron la voz de una generación completa de jóvenes que no calzaba con nada de lo que se conocía. No eran metaleros, no eran raperos, no eran etiquetas, eran solo música entretenida, pasión y amistad, a través de melodías pegajosas en su novedad y que no era de gusto masivo.
Fue algo que se dio a nivel mundial, adolescentes gringos, suecos, serbios, peruanos y chilenos, todos aquellos que no eran como tú, ni seguían la multitud, se vieron reflejados en los pantalones abajo de Chino Moreno, las patillas de Fred Durst y el histrionismo de Jonathan Davis, y quisieron ser como ellos, así vemos la cantidad de bandas que aparecen ahora, hechas por esos adolescentes que ya no son niños y ahora tienen 20, 23, 28 años y están siguiendo los pasos de aquellos que los enamoraron de la música.
El punto negro fue cuando el Nu Metal ya no solo era para algunos, y pasó a ser algo para todos. Allí aparecieron imitados vacíos sin corazón que querían ser como ellos, incluso bandas que viven con el signo peso en la frente, como Metallica, copiaron el sonido, transformándolo en algo sin alma y haciendo caer a nuestros “ídolos” en el círculo vicioso de la industria musical y destruyendo las raíces que hicieron que muchos, me incluyo, nos viéramos reflejados y nos sintamos parte de la generación de KoRn, Deftones y Limp Bizkit, pero muchos aún mantenemos viva esa flama.