Este texto compendia todo eso que me hubiera gustado escuchar cuando todavía era universitaria. Esos consejos que nadie te da y que lamentablemente aprendes por la experiencia, cuando ya es muy tarde. Quizá si se los digo ustedes se salvan a tiempo. Tomen nota.
La tesis: ¿se han fijado en toda la gente que sufre porque no termina nunca la tesis? Eso es porque nadie nunca te dice que la tesis no es lo último que se hace en la carrera, sino que debería ser lo primero en que piensas cuando estás empezando. Consejo que les hará la vida de tesista muchísimo más alegre: piensen su tema de tesis o de interés desde primer o segundo año. Si siempre hacen los trabajos sobre el mismo tema, después se les va a hacer mucho más fácil pensar en un problema de investigación. Créanme.
Las notas: esto parece lugar común y quizá lo sea, pero no es chiste, las notas son lejos lo más importante de la carrera cuando quieres hacer un magíster o quieres irte a estudiar al extranjero. Con malas notas van a dar bote en lo académico. Les digo esto en serio, como alumna que fue del montón y que ahora tiene muchas dificultades para postular a lo que sea porque con un 4,9 raspando el cinco nadie te pesca.
Haz talleres: ¿siempre has querido aprender a tocar guitarra, hacer un curso de canto o un taller de pintura? Hazlo ahora, aprovecha que la mayoría de las universidades los imparten gratis. Cuando salgas de la U y empieces a trabajar, créeme que con suerte vas a tener tiempo para carretear, así que ahora es cuando para todas esas actividades extraprogramáticas.
Ayudantías: las ayudantías no sólo sirven porque te haces fama de mateo, porque te haces amigui de un profe o porque te ganas unas lucas extra. Además de todo eso, las ayudantías te permiten organizar y sistematizar todo lo que has aprendido, es una forma distinta de estudiar. También te ayuda con la expresión oral: ejercitas tu forma de hablar y comunicarte ante una audiencia. Eso es súper necesario en todos los campos. Hagan ayudantías cuando puedan, no sean pavos.
Intercambio estudiantil: hay muchas, muchas becas de movilidad estudiantil. Tómalas, viaja, conoce gente, ándate lejos. Cuando entres a trabajar y seas un adulto con terno y corbata o zapatos de taco, vas a tener apenas tres semanas libres al año y con ese tiempo nadie es capaz de viajar decentemente. Además, es caro. En cambio, la movilidad estudiantil te permite recorrer el mundo, conocer diversas culturas y alejarte de tu país por un rato. Todo gratis. ¿Por qué no aprovechar entonces?
Háganme caso. Estudiar en la universidad va a ser la mejor etapa de su vida. Sáquenle el jugo mientras puedan y no lleguen a viejos con remordimientos. Se los dice la voz de la experiencia.
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