Claro, tú puedes controlar tu cuerpo. Pero tu cuerpo también te puede controlar a ti. Simples gestos, posturas simples - cada uno puede tener un impacto dramático en tu forma de pensar, sentir y actuar.
¿Sabías que gestos y posturas pueden quitarte energía? Así es, la buena noticia es que no necesitas ser un atleta de alto rendimiento o experto en yoga para practicar, sólo tienes que ser tú mismo para crear una versión mejorada de tu persona.
Acá tienes 11 ejemplos de posturas corporales y gestos que ayudarán a estar en tu mejor momento:
1.- Se más decidido cruzando tus brazos
Por extraño que parezca, cruzar los brazos te ayudará a resolver con mayor rapidez esos típicos problemas "sin solución". Lo cual es sin duda genial, porque la persistencia es un rasgo destacable en todo trabajador, sin importar el rubro. Cada vez que usted se siente atrapado, trate de dejar los brazos pegados a tu cuerpo ¿Quién sabe a cuántas soluciones podrás llegar?
2.- Tensar tus músculos aumenta la fuerza de voluntad
¿Has visto que cuándo te inyectan, tiende a apretar los músculos? Esa es la forma en que tu cuerpo trata de minimizar el dolor. Flexionar los músculos también ayuda a estar más centrado cuando escuchas información negativa. La tensión puede incluso aumentar tu capacidad de resistir a la tentación de comer alimentos.
3.- Acostado eres más creativo
Según el profesor de la Universidad Nacional de Australia Dr. Darren Lipnicki, acostarse conduce avances creativos. "Podría ser que tengamos nuestros pensamientos más creativos mientras estemos apoyados de espalda", dice.
Una de las razones podría ser que más noradrenalina es liberada mientras nos mantenemos de pie, y ésta puede inhibir nuestra capacidad de pensar de forma creativa. Ahora tienes una gran excusa para descansar y pensar.
4.- Gana confianza manteniendo una postura como Superman
Según el profesor de Harvard Amy Cuddy, dos minutos de poses de alguien poderoso - de pie, sosteniendo sus brazos hacia fuera o hacia el cielo, o de pie como Superman con las manos en las caderas - aumentarán dramáticamente tu nivel de confianza. Prueba con esto antes de entrar en una situación en la que sabes que te vas a sentir nervioso, inseguro, o intimidado (sólo asegúrate de que nadie esté mirando).
5.- Sonríe para reducir el estrés
Fruncir el ceño, hacer una mueca y otras expresiones faciales negativas, emitena tu cerebro la señal de que estás haciendo algo difícil. Este, entonces, responde liberando cortisol, que eleva tus niveles de estrés.
¿Sabes cuál es la cura de ese mal? Sonreir. Sentirás menos estrés, incluso si estás frente a una situación problemática. Y hay una ventaja: cuando sonríes otras personas se contagian. Lo cual, por supuesto, va a reducir la tensión en toda la oficina. Con la alegría, matas dos pájaros de un tiro.
6.- Las reverencias te vuelven humilde
Inclinar la cabeza hacia adelante levemente cuando conoces a alguien muestra humildad y ayuda a eliminar las diferencias que se pueden percibir en el ambiente. La próxima vez que te encuentres con alguien, inclina la cabeza ligeramente hacia delante, sonríe, haz contacto visual, y mostrar honradez. A todos nos gusta la gente así. Si muestro que estoy realmente feliz de conocerte, inmediatamente seré de tu agrado.
7.- Imita a otros para entender sus emociones
Suena extraño, pero la investigación muestra que la imitación de expresiones no verbales de otras personas puede ayudar a entender las emociones que están experimentando. Ya que todos nos expresamos así, la copia de éstas afecta a nuestras propias emociones. Plus imitar las expresiones faciales (algo que hacemos a menudo sin pensar) hace que la otra persona sienta una interacción sumamente positiva.
8.- Inclínate para reducir conflictos
Cuando las tensiones están altas, estar cara a cara puede parecer muy confrontacional. Si tienes algo duro que decir a otra persona, inclínate un poco si estás de pie o toma asiento. Un pequeño cambio de ángulo logra que una conversación rasposa pase a ser algo más relajado. Usted puede reducir de forma implícita cualquier confrontación percibida y lograr que una conversación incómoda sea menos grave.
9.- Habla con tus manos para dar más claridad
Piense acerca de cómo hablar y actuar cuando te sientas cómodo. Utiliza tus manos de forma natural. Los gestos adecuados mejoran considerablemente tus palabras. Utilizando tus manos al hablar te ayudará a sentirte más confiado, pensar con más claridad, dar énfasis de forma más natural a ciertas palabras y frases, además de mejorar tu ritmo. Relájate y no pienses en tus manos. Simplemente deja que vayan. El impacto en tus palabras será dramático.
10.- El efecto del chicle
Masticar chicle no nos hace parecer profesionales. Sin embargo, un número de estudios muestran que éste puede hacer que uno se sienta más alerta, junto con mejorar tus tiempos de reacción y la atención selectiva.
De acuerdo a estos consejos, termino con la siguiente idea: La próxima vez que necesites resolver un problema difícil: acuéstate, cruza los brazos y mastica un chicle. Tal vez, sólo tal vez, esta sea la combinación ganadora que necesitas para alcanzar el siguiente éxito.
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