"Renuncio!", una palabra con la que muchos empleados han soñado en su vida laboral y que en algún momento la han vuelto realidad. Ya sea por un mal jefe, por que el trabajo no les satisfacía o porque encontraron algo donde pagaban mejor, muchos han decido cerrar la puerta de la oficina por fuera y emprender vuelo hacia otro lado.
Lamentablemente, para los jefes, una situación de renuncia puede pillarlos por sorpresa, ya que el empleado, sin previo aviso, agarra sus cosas y dice "chao jefe". Para los gerentes es un verdadero problema, porque encontrar un reemplazo no será cosa de un día para otro.
Para ellos, hay una solución, porque investigadores han logrado dar con ciertas señales que indican cuando un empleado está preparando su renuncia. Por más que intenten dejar en secreto sus planes de dejar el trabajo, los que están pensando en abandonar el barco a menudo dejan huellas de su decisión, previa a anunciarlas, o eso por lo menos reveló un estudio realizado por Tim Gardner, profesor de la Universidad Estatal de Utah.
Gardner asegura que no sólo cosas obvias - como llegar tarde o no devolver las llamadas telefónicas y correos electrónicos - son señales de renuncia, también hay otras cosas. Antes de irse, la mayoría de los empleados tenían al menos un rasgo en común: ellos comenzaron a "desconectar" en su lugar de trabajo, Estos son algunos ejemplos de los cambios conductuales, sutiles pero constantes, que la gente suele hacer en las semanas o meses previos a su renuncia:
- Contribuyen menos en cualquier tipo de reunión.
- No se comprometen con ningún proyecto a largo plazo.
- Actúan más reservados y tranquilos.
- Se interesan menos por los avances de la empresa.
- Muestran menos interés en complacer al jefe y más en hacer las cosas a su gusto.
- Evita las interacciones sociales con el jefe y cualquier otro cargo mayor.
- No sugiere ideas.
- Hace la mínima cantidad de trabajo y no hace ninguna labor más allá que la obligatoria.
- Participa menos de las actividades recreativas.
- Demuestra una caída en su productividad.
Gardner dijo que si los empleados exhiben al menos seis de estos comportamientos, se predice con un 80% de exactitud que estará a punto de abandonar la organización.
La actitud de una persona puede crear comportamientos que son difíciles de ocultar. Como el pasto es más verde del otro lado, los cambios se notan de inmediato.
Para los escépticos de esta información, la investigación fue más allá de crear una simple encuesta preguntando a los empresarios por sus opiniones . En lugar de ello, Gardner y su equipo utilizaron una metodología estadística compleja, ya que llevaron a cabo tres estudios diferentes, con siete muestras, que incluyeron a estudiantes universitarios, estudiantes de postgrado, gerentes y otros líderes empresariales de todo el mundo.
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