Para todo trabajador cesante llega un momento en que, cansado de no tener donde trabajara, deciden tomar la primera oferta de trabajo que se les presente. Pero ¿y si no el tipo de empresa en el que te imaginabas trabajando? ¿Aún lo tomarías?
Se puede entender que, por falta de dinero y mucho tiempo de inactividad, un trabajador decida tomar en sus manos y asegurar la primera oportunidad, pero realmente hay otras opciones mejores.
Al principio puede ser bueno, tienes un sueldo y eres momentáneamente feliz, pero cuando te encuentras con que cada día llegas a un lugar que no amas, estarás deseando que termine pronto.
Si te encuentras en esta situación, aquí hay algunas cosas que debes considerar antes de aceptar una oferta de empleo que no te convence mucho:
¿Estás sacrificando algo importante por ese empleo?
Una de las preguntas más importantes que debes hacerte es si estás dispuesto a hacer cualquier sacrificio en tu carrera al aceptar esa oferta de trabajo. ¿Tendrías que mudarte a una nueva ciudad o trabajar más horas de las que preferirías? Para esto debes tomarte un momento para comparar tus objetivos con los del trabajo al que postulaste y ver donde se superponen. Si llegas a la conclusión de que este empleo no representa un retroceso, entonces puede ser una buena oportunidad después de todo.
¿Hay una oportunidad para ampliar tus habilidades y experiencias?
Casi todos los trabajos te dan la oportunidad de aprender algo nuevo. CASI TODOS. Al pensar en la oferta de trabajo, echa un vistazo a las diferentes responsabilidades que vienen con la posición, así como las oportunidades para aprender ¿El puesto requiere que aprendas algo nuevo o que manejes un software desconocido? ¿Habrá oportunidades de asistir a cursos y talleres? A veces, este tipo de experiencias de aprendizaje se convierten en ventajas que podrían tener un impacto positivo en su carrera.
¿Se ajusta a la mayoría de tus necesidades?
Si estás pasando por un momento difícil en tu búsqueda laboral, es hora de que hagas una lista con tus necesidades, todo, obviamente, desde un punto de vista profesional. Si tienes una serie de exigencias -tiempo con tu familia, buen sueldo, vacaciones-, o si piensas constantemente en llegar a un puesto mejor y el trabajo nuevo no te lo ofrece, entonces tal vez debería tratar de negociar esa misma oferta antes de rechazarla.
¿Te has imaginado en esa empresa?
Si te puedes ver a ti mismo trabajando en la oficina y con esa gente, es probablemente una buena señal de que la compañía podría ser una buena opción para ti. Incluso si el sueldo no es tan alto como se esperaba, podrías estar aceptando una oferta de trabajo que proporciona una gran cultura de empresa y una experiencia positiva en general. Recuerda que no todos los trabajos tratan sobre ganar millones, también deben tratar sobre la búsqueda de la felicidad.
¿Podría este trabajo ser un trampolín para una oportunidad mejor?
A lo largo de tu carrera, probablemente te encontrarás con que algunos trabajos pueden ayudar a descubrir mejores oportunidades. Está bien si no todos los empleos son ideales para ti. Aunque debes trabajar para cumplir tus metas, habrá momentos en los que necesites un empleo en particular con el fin de lograr un próximo objetivo. Cada tipo de experiencia que obtienes te da la oportunidad de dar forma a tu carrera.
Por último, no te olvides de negociar. Siempre se puede negociar una oferta si no estás completamente satisfecho. En general, debes comparar los costos y beneficios de la posición.
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