Muchos ya habrán visto en los cines The Wolf of Wall Street, protagonizada por Leonardo Dicaprio y que cuenta la historia de excesos, trucos sucios y mucho dinero de un corredor de la bolsa de Wall Street. Si ya la vieron, sabrán que Jordan, el protagonista, no es un buen ejemplo de honradez para nosotros los trabajadores, sin embargo, nos dejó varios aprendizajes que podemos adaptar de una forma más legal a nuestras empresas.
Ya sean buenos o malos, todo aprendizaje nos es útil, para así saber que debemos y no debemos hacer cuando manejamos un negocio y vendemos un producto. Ojo con estas cosas:
Recuerda por qué haces lo que haces:
Probablemente estas tentaciones no fueron tu prioridad cuando escogiste el trabajo en el que te encuentras, pero siempre es valioso recordar por qué decidiste trabajar en la industria, para que mantengas tus objetivos y tu plan de juego en mente.
En el camino, es muy fácil perder de vista el motivo porque el que llegaste a tu actual empleo.
La clave del éxito está en saber venderte:
El juego que hizo Jordan para realizar su primera venta -con todo en contra- es un bello ejemplo de la como la manipulación de tu tono de voz y el lenguaje corporal, incluso por teléfono, te ayudan a transmitir un mensaje convincente, aunque ni tú mismo te lo creas. Jordan Belfort todavía tiene mucho dinero hoy vendiendo su estrategia a personas que quieren poseer la misma habilidad de él para ofrecer un producto como si fuese lo mejor del mundo.
Esta es una de las pocas lecciones positivas que la película puede ofrecer a los empresarios. Todo negocio necesita vender, por lo que debe comunicar los beneficios de su producto a un cliente. El arte de la venta es exactamente eso, y los trabajadores sabios saben cómo sus gestos y tono de voz son una herramienta esencial para vender.
Ojo con los amigos:
Jordan y Donnie son el ejemplo claro de cómo una amistad fiel puede traer beneficios a un negocio. Se cubrían sus espaldas en todo momento y nunca revelaban las cosas que pasaban cuando solo estaban ellos. Este tipo de camaradería conduce a un alto nivel de confianza mutua, pero recuerda siempre que, por mucho que usted siempre proteja a sus hermanos, no debes asumir que siempre van a hacer lo mismo por ti.
Por eso, a pesar que tener a personas confiables en un equipo es necesario, no pongas a tus amigos en un puesto donde sabes que, en algún momento, deberás elegir entre tú o ellos.
Dicho esto, creo firmemente que la familia que juega unida, permanece unida, y esto se puede construir un gran trabajo en beneficio de las empresas. Esto se puede traducir muy bien en un entorno de trabajo de gran alcance, donde un poco de intimidad, con una cierta competencia sana puede realmente conducir a aquellos que quieren lograr un poco más lejos.
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Cuando la revista Forbes crea un artículo dedicado a Jordan, su esposa le dice el viejo dicho de que "no hay tal cosa como la mala publicidad", sin embargo, el protagonista sabe que no siempre todas las palabras publicitarias son útiles. Debes mantener tu marca personal, pero de una manera auténtica y genuina - mediante la entrega de un excelente servicio y valor constante a tus clientes.
Fuente: The Undercover Recruiter