Existen un sinfín de creencias sobre tener dinero que se han pasado de generación en generación, por eso es muy difícil que las pongamos en duda. Por ejemplo, todos consideramos las deudas como un cáncer maligno para la humanidad ¿O no? Qué pasaría si te digo que no es tan así.
Las creencias muchas veces no son ciertas y si las seguimos podemos terminar cometiendo errores.
1.- "Mientras más dinero tengas, más feliz eres"
Hay un detalle muy importante en esta frase, porque los expertos aseguran que la felicidad no la hace precisamente ganar mucho dinero, sino otro factor. A veces, las personas que tienen un sueldo grande, también tienen gastos enormes, ya que la gente aumenta su nivel de vida.
Tener más dinero no equivale a mayor felicidad, lo que realmente es relevante es cómo lo manejamos. En lo que gastamos nuestro dinero es lo que nos da satisfacciones. Por eso, aunque no tengas un sueldo de actor de cine o futbolista, si lo inviertes en las cosas que te llegan serás igual de feliz.
2.- "Cuando tenga hijos, todo mi dinero será para él"
El espíritu paternal es sencillamente admirable. Todos somos felices cuando vemos a un buen padre o madre cuidando de sus hijos y nosotros esperamos hacer lo mismo cuando llegue el momento. A medida que vamos madurando, comenzamos a sumir que nuestro sueldo irá para los más pequeños de la casa ¿Qué pasa con nosotros?
Sí, por supuesto, como padre uno siempre tiene como primera responsabilidad el asegurarse de que a los hijos no les falte nada, pero cuando se trata de grandes metas personales, como ahorrar para la jubilación, no hay la más mínima atención.
La realidad es que, debes aprender a cuidar de ti mismo para así cuidar de tus hijos. Los niños prefieren tener a unos padres presentes y sanos, antes que una buena vida. Y también ten en ojo esto: Si tú no puedes ahorrar lo suficiente para vivir, le estás poniendo un peso encima a tus hijos para el futuro.
3.- Las deudas son siempre malas
Sí, la mayoría de las deudas son como un dolor de muela. Por ejemplo, tenemos el típico préstamo de un amigo que termina convirtiéndose en una batalla campal entre dos personas que se llevaban como uña y mugre hasta que el sucio dinero se puso entremedio.
Pero definitivamente nos encontramos con una deuda buena. Esta es el dinero que pide prestado para pagar por algo que esperas aumente de valor con el tiempo. "Si vas a pagar los préstamos estudiantiles que te permiten obtener una buena educación y conseguir un trabajo que te gusta y paga bien, entonces es una buena inversión".
El mercado de propiedades es otro ejemplo: Si te aferras a una compra inmobiliaria durante el tiempo suficiente, lo más probable que tu endeudamiento se pague con el aumento de valor de tu compra. Un gasto que vale la pena.
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