Ítalo Martínez ingresó a estudiar obstetricia a la universidad el 2010. Su único deseo era estudiar alguna carrera relacionada con la salud, así que esperaba con ansias ese primer día de clases. Al llegar a la sala donde tendría su primera asignatura comenzó a sentir algo raro, fue uno de los primeros en llegar y con el pasar de los minutos entraban sólo mujeres. Cuando llegó la profesora y comenzó a pasar la lista se dio cuenta que era el único hombre en el curso, al comienzo le pareció gracioso, pero con el pasar de los minutos las compañeras comenzaban a verlo mucho y a reírse...
“Llegué ese primer día y era el único hombre, además no fue en la única clase que pasó lo mismo. Sólo éramos dos hombres los que habíamos entrado a la carrera ese año, y él estaba en la otra sección. En un comienzo fue raro, todas me miraban raro y se reían, me costó entrar en confianza, debieron pasar un par de días para poder entrar en confianza. Ellas me integraron bien al grupo, es una carrera donde se trabaja mucho en pareja o de cuatro, igual me sentía raro, no es lo mismo tener confianza con un hombre que con una mujer", explica Ítalo.
"Mis amigos me molestaban mucho, me decían qué se siente ser una mujer, tuve que aprender a vivir con eso. Llevo tres años estudiando y es raro ver hombres en esta carrera, casi todos estudian medicina o enfermería, pero estoy feliz de haber elegido esto”, agrega.
El joven estudiante relata un poco cómo es la vida al estudiar sólo con mujeres: “En el tema estudiantil no hay problema, igual es fome no tener un patner que apañe a todo, pero igual de repente nos vamos con las chiquillas a tomar unas chelas, son muy buena onda, se curan igual que un hombre. Igual existe el estigma cuando eres el único hombre, piensan que uno es medio afeminado, lo mismo será si hay una mujer en carrera para hombres, pero son cosas de la sociedad. Cada uno hace lo que estime conveniente, en este caso me ha ido bien con las mujeres, puede decirse que soy un hombre codiciado”.
Finalmente el concluye que hay cosas buenas y malas de ser el único del sexo opuesto en una carrera, ya que “conoces varias mujeres, de todos los tipos, lo malo que igual desde fuera te ven y te molestan. Como dije anteriormente, son cosas de la sociedad y siempre va a pasar, así que no me preocupa”.
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