¿Tenías como meta mandarte el viaje de tu vida a Perú o Bolivia y terminaste armando castillos de arena en una playa chileno? Así como tú, muchos universitarios pasaron por esta realidad porque se "les pasó la vieja" y no alcanzaron a juntar plata para el verano.
Una mala organización, flojera o no saber ahorrar, terminaron por matarte la onda y te llevaron a postergar (nuevamente) ese viaje que todo joven debe mandarse en la vida: Ir al extranjero con tu mejor amigo/a, mochileando, carreteando en cada pueblo que te cruces y volviendo a Chile con un espíritu más "pachamamico".
Pero bueno, como este año tuvimos que quedarnos con Horcón, Pichilemu o cualquier otra playa popular, no nos queda otra que mirar hacia el futuro y comenzar a planificar las (ahora sí) mejores vacaciones de tu vida ¿Cómo? Acá algunos "consejillos":
1.- Vende tus antigüedades
En el momento en que habrás esa caja con tus juguetes de niño, te darás cuenta de las cosas de valor que tenías juntando polvo. En serio, sólo entra a Ebay para darte cuenta en cuánto puedes vender ese Gameboy que tenías ahí acumulado, o un vinilo de tus viejos que quedó para el recuerdo. Toma todo objeto antiguo y véndelo como santa reliquia. Evita a toda costa la nostalgia, porque llorar no te dará la plata para mandarte las vacaciones de tu vida.
Así que, por primera vez en tu vida, ordena la pieza y revisa todo lo que tengas guardado, de seguro más de algún objeto de valor encontrarás. Un camión de bomberos, una consola, un disco, un vinilo, un VHS, cualquier cosa te servirá para llenar el corazón de algún otro nostálgico que le sobran las “lucas” para invertir.
2.- Una cuenta del banco donde no sepas la clave
Si ya no alcanzaste a juntar plata este verano, lo mejor es que ya te empieces a preparar para el que viene, o incluso para las vacaciones de invierno ¿Quisiste hacer lo mismo el verano pasado y te gastaste todo? Relax, que esa es la historia de muchos. Partimos marzo con la mejor de las ganas para ahorrar, encontramos una pega humillante en un restaurant de comida rápida, y al final nos gastábamos todo el fin de semana en carrete, bajones, más carrete, más bajones…y en pasajes.
¿Cómo puedes ahorrar plata entonces? Con una cuenta en el banco a la que no puedas acceder, básicamente porque no te sabes la clave. Acá tienes que recurrir a un amigo o familiar de confianza que sea el que conozca la contraseña y sólo te la de a final de año. También la puedes hacer más fácil, comprar una alcancía con contraseña, de esas resistentes a los golpes, porque cuando estamos desesperados somos capaces de abrir con motosierra el “chanchito” para sacar un par de pesos.
3.- Cocina y vende
Ya, este año la jodiste y lo más lejos que fuiste fue a la piscina de tu mejor amigo. Pasado pisado. Ahora es tiempo de ponerse las pilas y asumir que desde marzo se te viene un nuevo año de universidad, lo que quiere decir ¡un nuevo año para armar tu negocio! Todos tenemos a un compañero que vende panes, alfajores, cupcakes, brownies (que dan risa) o fajitas vegetarianas y pensamos en la lata que significa hacer eso. Cabros/as, en serio, ellos ganan mucha plata.
Yo en la universidad tuve una compañera que vendía alfajores y con eso se mandó el viaje de la vida. Si ellos pueden ¿por qué nosotros no? Así que, en vez de quedarse todo el día viendo la tele o pegado en Facebook, metámosle mano a la cocina especializada, saquemos nuestros dotes de Coco Pacheco y cocinemos algo que deje locos a todos los de la universidad. Si la hacemos bien, tenemos negocio para todo el año.
4.- Ser ayudante
Para los mateos ser ayudante en un ramo es fácil, y prácticamente lo hacen por amor al ramo más que por la plata. Para los “no tan agraciados intelectualmente”, tener esta pega no es imposible, sólo necesitamos carisma y el don de la palabra.
Ser el ayudante de un ramo no se lograr sólo por ponerle bueno al ramo cuando lo hiciste, también se trata de caerle bien al profe y que entre ustedes exista una buena onda que te haga ser elegido por sobre los otros postulantes. Sí, hay que ser un poco chupamedias, aunque nos duela.
Si eres más estratégico, buscarás ser ayudante en un ramo en dónde tu aporte es casi nulo y te están pagando por estar acompañando al profe en la clase o por responder mails a tus compañeros con ciertas dudas. Ahora si en verdad te gusta enseñar, también tienes las ayudantías donde te toca más pega. Es cuestión de elegir.
5.- Saca tu alma emprendedora
En la universidad tenemos miles de momentos ideales para lanzarnos con una venta ingeniosa, por ejemplo, en las marchas. Son el momento ideal para llevar la comida que preparaste gracias al punto 3, porque no sólo hay gente de tu U, sino de todas las universidades que estén en tu ciudad. Imagínate a miles de universitarios caminando durante varios minutos, muchos de ellos terminarán con hambres y ahí estarás tú con tu alma emprendedora vendiendo comida.
Pero no sólo la comida es un punto fuerte, el copete también es un buen elemento para hacer negocios. Aprovecha los eventos universitarios y los carretes al aire libre para poner tu negocio de "chelas", porque siempre estará el grupo que se les acabó las provisiones y necesitan más combustible para el auto.
Saca provecho de cada instancia, libera tu instinto animal y ten ese olfato para descubrir cada oportunidad de negocio que se te ponga en el camino. Debes ser fiero y rápido, porque como tú, habrá miles de otros carnívoros esperando su momento para lanzarse a la presa.
Por último, vende tu talento. Si eres bueno con el dibujo, vende arte en la calle, si tienes talento artístico, haz un show para la gente. Si tienes habilidades, crea cosas únicas que la gente pague por ver.
Así que, universitario, aprovecha los últimos días de febrero para comenzar a preparar tu plan de ahorro y así, luego de mucho tiempo, lograrás disfrutar
Foto CC vía Flickr