Sin duda, el valor que las empresas le están dando a los empleados crece cada año. La preocupación por los trabajadores revela que los empresarios de hoy están considerando el lado humano de toda su planta de trabajo. Lo podemos ver en cosas como los programas de salud y bienestar que se están implementando en las compañías. Sólo en Estados Unidos, aproximadamente el 60% de las empresas ofrecen algún tipo de iniciativa para mejorar el bienestar físico.
En la otra vereda, las empresas que no implementan estos servicios es porque no tienen dinero, o sencillamente encuentran que es una gasto que vaciará las arcas del negocio ¿Qué pasaría si a ellos les digo que estos programas más que un gasto, son una inversión? Los estudios lo confirman, reafirman y lo gritan a los cuatro vientos.
Discovery Vitality, en 2011, publicó un artículo centrado en analizar un enorme programa mundial de mejoramiento de la salud basado en incentivos. Los resultados mostraron que que los planes de bienestar que tienen incentivos positivos pueden producir cambios en el comportamiento de los empleados. Con el tiempo, estos cambios están relacionados con la mejoría en su salud, y por ende, en la reducción de los gastos que conlleva tener un empleado enfermo.
Un estudio más reciente (Enero 2014) hecho por el laboratorio Rand Corp, también afirmó el efecto positivo de los programas de salud. Durante la investigación, se examinó el programa de bienestar "Healthy Living" de PepsiCo durante siete años. Los investigadores evaluaron la experiencia de más de 67,000 empleados que eran elegibles para los programas de gestión de la enfermedad y del estilo de vida.
El estudio demostró hubo una una reducción de costos de 136 dólares al mes y una baja del 29% en las admisiones al hospital entre los participantes. Los investigadores afirmaron que, por cada dólar invertido en el programa de bienestar, se ahorraban 3.78 dólares en costos de atención médica. Eso sí, Los programas que fomentan el bienestar físico de los empleados generan cierto ahorro corporativo; la mayor parte de ellos proviene de ayudar a los trabajadores que ya están enfermos.
Soeren Mattke, científico de Rand, dijo: “Aunque los programas laborales de bienestar físico tienen el potencial de reducir los riesgos de salud y recortar el gasto en atención médica en el largo plazo, los empresarios y los políticos no deben dar por sentado que los componentes de manejo de estilo de vida de los programas pueden reducir los costos o generar un ahorro global”.Con esta información, las empresas deben asumir que no hay costo alguno en crear programas de bienestar de salud para todos sus empleados, así también de alimentación ¡A ponerse las pilas con los trabajadores, empresarios!
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