Hace algún tiempo leí una enseñanza en un libro que me pareció totalmente acertada. Decía esto: "La felicidad es dejar ir cosas, no buscar nuevas". Creo que a muchas (por no decir todas) personas les puede llegar esta cita, porque todos tenemos fantasmas que no dejamos ir y que son la causa de momentos de tristeza.
Lo anterior lo podemos aplicar a muchas situaciones de la vida, momentos de pareja, salud y sí, obvio que también al trabajo. Decir adiós a nuestros demonios es la receta para lograr ser feliz. Deja de buscar la alegría en cosas nuevas, porque lo primero es reconocer las cosas que ya NO debes hacer.
Tal vez sea sólo un pensamiento propio y nada más, pero me considero que uno aprende mejor sabiendo las cosas que no debo hacer, por sobre las que sí. Por lo tanto, en mi propio interés, aquí está una lista de 5 cosas para dejar de hacer en tu trabajo:
1.) Abandona los temores
El miedo es algo presente en (casi) todos, pero nadie quiere hablar de ello o asumirlo. La gente teme perder su empleo, no conseguir sus objetivos, a enfrentarse a un público, no sobrevivir con el sueldo que gana e incluso descubrir que no son tan buenos en algo como pensaban.
¿Qué hacemos con estos temores? !Nada! No damos el salto necesario, no los eliminamos y creemos que esconderlos es lo mejor hacer, pero ¿De qué trata este artículo? De eliminar el miedo, así que, ahora es el momento justo, da el primer paso y convierte cualquier debilidad en éxito.
2.) Las quejas
Reclamar por todo sólo nos hace sentir peor, sin considerar a la gente que tiene que escucharnos. Siempre habrá algo que está mal o que no nos deje satisfechos, pero las quejas no harán nada para corregirlo.
Concéntrese mejor en hacer lo necesario para encontrar la respuesta a tus problemas. Trabajar en silencio, dejar la ira para el recuerdo y buscar una solución es lo mejor que puedes hacer con tu vida. Deja que las quejas vuelen lejos, allá por Timbuktu.
3.) Interrupciones
¡Deja que los demás hablen! Sí, sé que muchas veces las ganas de decir algo nos tienta mucho, pero recuerda la regla de oro: "Si deseas ser escuchado, primero debes aprender a escuchar".
Deja de lado tantas interrupciones y practica el arte de escuchar, entonces descubrirás que eso te hace mucho más valorable para las personas que ser un orador de iglesia. Extraño, ¿no? Pero cierto.
Además, un consejo extra: mantenerse en silencio no es precisamente escuchar. Muchos sólo se mantienen callados pero en verdad no escuchan ni una sola palabra de lo que dijo la otra persona, porque se estaba dedicando a pensar en lo próximo que iba a decir!
4.) Sermones
Lamentablemente, el ser buenos en el trabajo o llevar mucho más tiempo que otras personas en la empresa, nos vuelve, sin darnos cuenta, un poco soberbios...y algo "paternales".
No hay nada peor que ser un experto en todo, diciendo a todos qué y cómo se deben hacer las cosas. Tú dirás "yo no soy así", pero a veces no nos damos cuenta cuando estamos siendo la persona que da los sermones en la oficina.
Se ve con mucha frecuencia en las empresas cuando uno lleva mucho tiempo. Gente que empezó de abajo termina creciendo y finalmente se convierten en un "sabelotodo" de la oficina.
¿Qué pasa en este caso? Si tienes algo que decir, abandona la soberbia y los sermones y comienza a tratar todo desde la base de la humildad.
5.) Arrepentimientos
Esto condensa todo lo que debemos dejar ir de nuestras vidas. Los arrepentimientos y la culpa son las cosas que más nos impiden alcanzar un grado de felicidad.
Seamos honestos, dejar atrás la culpa de un error en el trabajo es bien difícil, especialmente si afectó a un trabajo hecho en equipo. No dejar ir las cosas crea una atmósfera negativa y destruye el ambiente.
Todos trabajamos en equipo y vivir con la culpa destruye cualquier esperanza de que el equipo crezca. La culpa es la reja que nos impide cruzar hacia el siguiente nivel.Todos cometemos errores, todos hacemos algo mal alguna vez, así que es hora de perdonarnos y seguir adelante. Si no lo haces tú, permitirás que esto se convierta en un cáncer para ti, tu familia y tu trabajo.
¿Qué añadirías a esta lista?
Foto CC vía Flickr