¿Alguna vez te ha pasado que en la universidad, hay un compañero que se le olvidó traer algún material necesario para ocupar en clases, tan simple como un lápiz o tan importante como los apuntes que entran para la prueba? Y tú como buen samaritano le prestas ayuda, facilitando su vida, pero lamentablemente cuando se lo vas a pedir de vuelta, te alargan el trámite diciendo que te ¨Se me olvidó, mañana te lo traigo¨ y nunca jamás vuelves a saber qué pasó.
Que lata que por catalogarte como una persona de buen corazón, muchas cosas que tenías y llevabas al templo del saber, llamado universidad, ya no estén contigo. Ese libro tan entretenido de suspenso que te estabas leyendo en el patio, justo te lo terminaste y uno de tus compañeros te pregunta que si se lo puedes proporcionar por unos días, accedes pensando en que te lo devolverá dentro de una semana, lo cual nunca sucede...
Bueno no solamente en el lugar donde estudiamos existen personas así, esto pasa en todos lados, lamentablemente hay que decirlo, pero hasta nosotros mismos alguna vez lo hemos hecho. Tenemos que aprender a cuidar más nuestras cosas y a devolverlas a los demás, porque todos sabemos que cuestan plata que gastamos nosotros o nuestros padres.
Pero los artículos que te he nombrado anteriormente no son los únicos que durante tu periodo de educación superior no te han devuelto. Cuándo tienes un grupo de compañeros formado, las cosas que nunca te devuelven pueden llegar a ser muy personales, como zapatillas, ropa o aparatos electrónicos como los pendrive.
Unos años atrás salió un sitio web llamado Devuelvemelo.com que ayuda a obtener un historial de las cosas que has prestado a tus compañeros, amigos, conocidos o familiares. Solo te pide registrarte y listo, pero ¿Qué es lo que hace? Se encarga de mandar correos electrónicos avisando a las persona que le hiciste el préstamo de algo, para que te lo devuelva, además de mantener una cuenta con las cosas que tienes prestadas y crear una lista de morosos.
Aun así, es mejor reflexionar con respecto a cuidar las cosas que son nuestras, por último maneja en la casa una lista de las cosas que has prestado no sería malo. O tratar de procurar no prestar tantas cosas seguidas, podría ayudarte mucho a no perder un bien preciado.
Foto CC vía Google