El ser humano es capaz de producir más de 700 mil signos, 5 mil distintas posturas de manos, más de 250 mil expresiones faciales y alrededor de 1000 posturas corporales. En resumidas cuentas: Tu cuerpo habla mucho más que las palabras que puedas dejar fluir.
La importancia del lenguaje corporal es soberana cuando interactuamos, más aún en la vida profesional, ya que cabe señalar que un 87% de las cosas que percibimos a nuestro alrededor lo hacemos por medio de la vista. Podemos notar enseguida a una persona que está nerviosa o insegura por el movimiento de sus ojos, el movimiento de los labios y la postura de las manos. Asímismo, podemos saber de inmediato cuando una persona está segura o tranquila basados en los mismos factores antes mencionados.
La proxémica es muy relevante a la hora de hablar del lenguaje corporal, ya que ésta mide las distancias que tenemos en relación a las personas. Cuando estamos en medio de una conversación, una exposición, un cierre de negocios, etc. Debemos tener muy presente este factor. La distancia recomendada para una relación social y profesional es de 1.2 metros de distancia entre los participantes. Es decir, ni tan cerca - lo que podría generar incomodidad - ni tan lejos.
Un profesional debe tratar de tener el control de todos sus movimientos y coordinarlos de manera que comuniquen cosas positivas a los demás. Es deseable que un profesional:
1) Haga contacto visual al hablar, ésto genera confianza y seguridad en el otro. Demuestra transparencia, claridad en lo que se está hablando y dominio de la situación. Cuando alguien te hable, mírale a los ojos y demuestra mucho interés.
2) Coordinar las palabras y el movimiento de las manos, enriquecer lo verbal con las posturas.
3) Cuidar las posturas, no actuar como si estuviéramos de visita en el zoológico o mirando una película en la comodidad de nuestro hogar. La postura siempre debe ser relajada pero sin romper los protocolos de formalidad. Caminar derechos, erigidos, sentarnos correctamente, entre otras.
4) Sonreír, la seriedad no consta no sonreír o parecer felices, sino, de tener la capacidad de reconocer y entregar el suficiente cuidado y respeto a ciertas situaciones específicas. Una sonrisa puede influir mucho en la otra persona. Es un gesto que cuesta muy poco y puede darte mucho.
5) Moverte adecuadamente, especialmente cuando estás exponiendo es necesario controlar tus movimientos. Éstos deben fluir normales y nunca de manera brusca. El uso de la proxémica es importante en estos casos. Ocupar bien el espacio, asegurarse de que todos puedan escuchar y verte, mantener la vista en la audiencia y no distraerse con factores externos.
6) Prestar atención, que el cuerpo demuestre interés por el otro, especialmente cuando se está debatiendo o se te está reclamando algo. Actúa muy calmado, hazle entender al otro que entiendes lo que está sintiendo, que estás dispuesto a conversar las cosas. Muéstrate siempre amable.
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