No todos tenemos la fortuna de que nos vaya espectacular en la universidad. De hecho, hay quienes nos echamos varios ramos en el camino. Pero, ¿qué pasa si nos va tan mal en primer año que nos dan ganas de volver a hacer todo de nuevo?
Independiente de las razones, que nos vaya mal en los ramos puede pasarle a cualquiera. Pero muchos no quieren rendirse y buscan una segunda oportunidad.
En muchas universidades -por ejemplo, la UDLA- si te retiras porque te echaste todos los ramos, tienes que realizar una solicitud para tu reintegro. No quedarás como estudiante de primero, sino como de segundo con ramos atrasados. De la única manera que no te acepten de nuevo es que te expulsen.
En la USACH, los alumnos de primero deben aprobar mínimo el 30% de los créditos inscritos (a menos que su facultad exija más). No obstante, se debe realizar el mismo procedimiento de solicitud de reintegro en los plazos establecidos. Existiendo la posibilidad de ser rechazado.
De hecho, en la mayoría de las instituciones educativas tienen el mismo procedimiento. Sin embargo, es necesario realizar los trámites, ya que puedes quedar sin cupo si un día dejas de ir sin dar aviso o de hacerlo de manera informal.
Para Jorge Labbé fue algo complicado su primer año de Arquitectura de la Universidad Diego Portales. Por asuntos económicos el clásico trabajar y estudiar al mismo tiempo le fue mal en su segundo semestre y tuvo que abandonar la carrera.
Explica que le fue mal porque “la carrera exige mucho tiempo” y como tenía que trabajar, no pudo continuar. Ahora volvió a usar su Puntaje PSU para postular a la PUCV y utilizar sus ramos aprobados esperando a ser convalidados. De no quedar, volverá a postular a la Portales.
Pero antes de cualquier decisión, lo primero es averiguar con la secretaria de tu carrera. La mayoría de estas gentiles señoritas manejan al revés y al derecho todos los trámites y procedimientos que hay que realizar, no sólo en tu carrera, sino en la universidad completa.
Finalmente, hay que recordar que los Puntajes PSU sirven para dos años. Por lo que si no ves ninguna alternativa en tu institución, puedes volver a postular. Si tienes suerte, quedarás de nuevo y tendrás una nueva oportunidad.