Usualmente filosofamos sobre el origen de la vida, la inmortalidad del alma y tantas otras cuestiones existenciales sin mayor relevancia práctica. No obstante, muy pocas veces entramos en razón y nos damos cuenta de cuán importante es el día a día y el despertar cada mañana parece discurso existencial.
Parece muy fácil la pregunta de ¿qué hacer si supieras que tienes 24 horas de vida?, pero en lo práctico no es nada fácil de ser contestada. Se te ocurren muchas, demasiadas cosas, situaciones, lugares y personas que quisieras ver antes de despedirte de este mundo. Hoy, este humilde redactor, les contará qué haría si supiera que le quedan nada más que un día de vida.
1) Correr en círculos: Seguramente entraría en un estado de histeria y comenzaría a correr en círculos sin sentido alguno, preguntándome qué diablos hacer. No debe ser nada de fácil saber que en 24 horas más estarás dentro de un cajón y a 3 metros bajo tierra.
2) Estar con mi familia: Lo primero que haría sería reunir a mi familia y despedirme de cada uno de ellos. Decirles todo lo que pienso y darles las gracias por su amor.
3) Estar con mi pareja: Los que tengan compromisos me entenderán. Pasaría el día con mi pareja, repitiéndole cuánto la amo y lo importante que ha sido en mi vida.
4) Reventar mi tarjeta de crédito: Si he de morir, habré tenido un gran último día. Tomaría la tarjeta de crédito y sacaría toda la plata que hay. Total, mi seguro de desgravamen se encarga de la deuda.
5) Comer como cerdo: Iría al restaurant más caro, me pediría el mejor plato y el más perfecto postre del menú. Bebería un buen vino y dejaría una cuantiosa propina.
6) Fumaría como loco: Seguramente los nervios me tendrían colapsado. Me fumaría varias cajetillas de cigarros antes de mi deceso para calmar mis nervios y rematar mis pulmones, al final, ya no me servirán más.
7) Regalaría mis cosas: Lo material no me lo llevaré a la tumba, por lo que regalaría todas mis cosas que en vida me fueron útiles dependiendo de la necesidad de cada cuál. Mi ropa, mis celulares, mi notebook, mi cama, mis libros, etc.
8) Escucharía música: Haría una lista de reproducción con toda la música que me gusta y la escucharía hasta que me sangren los oídos. Morir es normal, a todos nos pasará. Yo tendría la ventaja de saberlo antes y no desperdiciaría ningún minuto.
9) Caminar descalzo en la playa: Me daría el gran lujo de esperar el atardecer y la noche en la playa, caminando descalzo. Sentir la arena húmeda, el viento, el sonido de los pájaros, el frío... Sentir nos recuerda que estamos vivimos.
10) Esperar la muerte en mi casa: Me vestiría tal y como me gustaría ser enterrado, me recostaría en mi cama y leería algún poema de Walt Whitman antes de dormir para siempre.
Corremos todo el tiempo, andamos apurados y con la cara seria. Pocas veces nos damos cuenta de lo importante que es vivir, lo que es despertar cada día. La vida no sólo vale para nosotros mismos, es valiosa también porque la compartimos con otros. Vive todos los días como si fuera el último. Puede parecer fantástica la propuesta de saber que tienes 24 horas de vida, pero la vida se da rápido y termina igual.