Una de las constantes preocupaciones de quienes les toca elegir carrera es la retribución que ésta les dará una vez que terminen los estudios. No es un tema cualquiera, pues una profesión define -en términos simples- lo que será de tu futuro y tu vida.
Seguir lo que más me gusta, lo que me ha cautivado desde siempre pero que no tiene un reconocimiento monetario en comparación a estudiar aquella carrera que, si bien no me gusta tanto, me significará un gran sueldo al llegar fin de mes. La constante elección entre vocación v/s dinero.
No se trata de que aquellos que eligen el dinero como primera opción sean personas llenas de avaricia y codicia, que solo buscan el éxito económico. Todos tenemos distintos intereses y en eso se mueve el mundo. Si éstos son más loables o mejores, es parte de un juicio moral basado en la perspectiva de cada uno.
Hay carreras para cada caso. Es posible sugerir dos o tres ejemplos de renombre: Pedagogía v/s ingeniería o medicina. En el primer caso, estudiar pedagogía se basa –en gran parte– en personas que persiguen una profesión que difícilmente les retribuirá mucho dinero. Es sabido que los pedagogos no perciben grandes sumas de dinero, especialmente los primeros años de ejercicio, a diferencia de un médico o un ingeniero, cuyos ingresos doblan los ingresos de un profesor.
Ahora bien, estos casos son sólo un mero arquetipo desde la perspectiva económica, ya que si hablamos de vocación, perfectamente podemos encontrar ingenieros o médicos por vocación.
El tema económico no debe estar desligado de la elección de carrera, sin embargo, no es aconsejable que sea el timón que guíe la elección. Finalmente, es de vital importancia escoger aquello que te realice como persona, que te haga “feliz” y no sólo porque está dentro de las carreras mejor pagadas.
Nadie quisiera ejercer una profesión con la cual no está contento, ya que esto impedirá que se proyecte desde su lugar y pueda crecer personal y profesionalmente. Lo importante es definir bien nuestros objetivos y metas, lo cual nos ayudará a decidir la opción que más se adecue a nuestra realidad.