Todos sabemos que estudiar significa sacrificar ciertas cosas, a veces, las que nos entregan mayor placer, diversión y goce. Pero bueno, la vida es así y es la pobre cotidianidad del estudiante universitario.
Ahora - ya más tranquilos – cuando la gran mayoría ha finalizado el año académico o están ad portas de hacerlo, podemos mirar hacia atrás y pensar en todas esas cosas que dejamos de hacer por haber estado estudiando y que ahora, con la llegada de las amadas vacaciones, pondremos al día.
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Despertar después de las 12 pm: Qué terrible es cuando suena el despertador a las 7am y el mundo universitario debe comenzar a funcionar. Dejar tu cama calentita, el idilio con tu almohada y tu sábanas... Debe ser de los peores momentos del día.
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Acostarte temprano: Un universitario sabe que es muy rara la ocasión en que pueda ir a descansar temprano porque por lo general, las jornadas son muy extensas y obvio que dejas todo para el final porque estuviste procastinando todo el día.
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Estar en todos los carretes: La vida social, el esparcimiento, la distracción y los buenos ratos son esenciales en la vida de un estudiante para no morir de estrés en el intento por ser profesional.
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Pasar suficiente tiempo con tu pareja: A excepción de los “Forever Alone”, a los universitarios nos gustaría poder pasar mucho más tiempo con nuestra pareja. Regalonear, compartir, 1313, etc.
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Estar con la familia: Una difícil situación se enfrenta cuando debes elegir el paseo familiar o estudiar para la prueba del lunes. ¡Es inhumano! Solemos dejar a la familia un poco de lado por culpa de los cuadernos.
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Comprarte todo lo que quieres: Hay una situación que está presente en el 90% de los bolsillos de los universitarios: QUIEBRA. Así de sencillo, la vida de un estudiante de educación superior no es tan barata. Las fotocopias, los pasajes, la comida, las situaciones emergentes, entre otros, se llevan gran parte del presupuesto.
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Tener horarios de comida regulares: Lamentablemente los horarios de comida siempre varían por las clases o por las obligaciones, más aún si éstas son urgentes. Nos enfocamos en terminarlas y desplazamos nuestro almuerzo para después, con la idea de que será más conveniente, pero a veces puede que nunca lleguen.
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Ver las mejores películas y series: Debe ser un hecho premeditado el que las mejores películas siempre comiencen tarde y tristemente, el cansancio del día termina por abatir a cualquiera.
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Respetar los fines de semana: Para algunos, el fin de semana es sinónimo de relajo y carrete. Pero para muchos otros, es un tiempo precioso para el estudio. Aunque eso de estudiar un fin de semana es inaceptable. O sea, ¡cómo profanar algo tan sagrado!
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Jugar mis juegos preferidos: Por culpa de los cuadernos, muchos debimos renunciar a nuestra devoción a los juegos online y nuestras partidas grupales. Una gran pérdida para los gamers.
Y tú, ¿qué dejaste de hacer por estar estudiando?