Cada día que pasa estamos más cerca del comienzo de un nuevo año. Y este 2014 trae consigo - como cada inicio de ciclo - centenares de sueños y esperanzas: personales, sentimentales y, por supuesto, laborales. El trabajo ocupa un lugar importante en nuestra vida y es obvio que dentro de nuestras expectativas está el que la naciente etapa sea mil veces mejor que la anterior.
Pero, ¿qué podemos hacer nosotros para que dicho objetivo se cumpla? ¿De qué forma podemos prepararnos para que el 2014 sea un año memorable en lo que a trabajo respecta? He aquí algunos interesantes consejos para mejorar considerablemente en este ámbito:
1) Saber venderse: Como trabajadores, somos “productos” para la empresa que nos contrata. por lo tanto, debemos promovernos como tales. Imitemos a las aves: el pavo real despliega su plumaje para conquistar a la hembra y las gallinas cacarean para advertir que pusieron un huevo. Si no promocionamos nuestros logros, ¿quién sabrá cuántos hemos alcanzado?
2) Todos quienes estudiamos una carrera tenemos - como primera expectativa - ejercerla. Es por ello que todo cuanto hagamos en el aspecto laboral debe propender a ese objetivo. Es muy fácil perder el norte y desviarse del camino (sobre todo considerando la saturación de algunas áreas y la desesperación que nos produce el no acceder al tan ansiado empleo), pero la perseverancia siempre obtiene recompensa.
3) Especializarse. Identificar cuál es el área en que mejor nos desenvolvemos y para la que tenemos mayores facilidades (quizás aquella en la cual llevamos años desempeñándonos; nos satisface y la dominamos). Si ponemos nuestro foco en algo específico, tendremos grandes oportunidades de crecer profesionalmente y aportar a la empresa en forma relevante.
4) Observar e imitar a nuestros superiores. Por algo llegaron a la posición en la que están.
5) Proactividad ante todo. Es una cualidad muy apreciada en toda organización. Es cien veces más grato y productivo trabajar con quien toma la iniciativa ante alguna contingencia que con alguien que simplemente espera a que otro solucione los conflictos.
6) Hablar correctamente, expresar en forma clara las ideas y saber argumentar. (¡Ojo! La ortografía también es muy importante)
7) Destinar a la familia tiempo de calidad. Muchos sentimos culpa por robar horas al día para dedicarlas a nuestra familia, llevándose el mayor porcentaje de nuestro tiempo el trabajo. No obstante, debemos tener en cuenta que podríamos estar todo el día junto a ellos, pero metidos en nuestros asuntos (leer el diario o buscar empleo) o dedicarles una hora, pero ¡a concho! Los momentos en que realmente estamos con quienes amamos, centrados en ellos y en ninguna otra cosa, son los que “quedan” y se valoran. No importa cuánto sea. Hagamos que los minutos que estemos juntos sean en verdad ¡inolvidables!
El punto 7 es el más importante: Dejar un tiempo a la reflexión, para evaluar si el camino que estamos siguiendo es el que en efecto anhelábamos. Si no es así, preguntarnos qué podríamos cambiar para que sí lo sea. No olvidemos que trabajar con pasión y convicción es la clave para rendir en la empresa y sentirnos bien nosotros mismos. Si hacemos lo que realmente nos motiva, no sólo el empleador estará conforme con nuestro trabajo, sino que la pasaremos bien ejecutándolo, punto importantísimo para tener un año nuevo ¡realmente fantástico!
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