Ya estamos quemando los últimos cartuchos de este 2013 y eso significa que nuestro cerebro ya debe estar cansado de tantos meses de trabajo, por lo que cada vez se hace más difícil aguantar las cargas laborales. Además, a fin de año, las empresas comienzan a exigir más labores porque se acercan meses de vacaciones, por lo que es necesario adelantar ciertos trabajos. De cualquier forma, las distracciones en tiempos de exceso de trabajo y masivas pueden crear errores involuntarios o rendimiento deficiente, más aún en este mes.
¿Qué podemos hacer para no ceder ante la sobrecarga laboral? Lo más importante: concentración. Un ejemplo, si normalmente estás acostumbrado a improvisar en tu trabajado diario, en estos meses es mejor que adoptes una rutina laboral, agendando y poniendo horario al cumplimiento de tus distintas labores. Un poco de organización mejorará tu tiempo y dará alivio a tu mente.
Revisa acá otros tips para enfrentar los tiempos díficiles
1. Reconocer el estilo de trabajo personal
Debes reconocer dónde, cómo y de qué forma eres más productivo. Por ejemplo, muchas personas trabajan mucho mejor desde el hogar u otras son extraordinariamente productivas en cafeterías. En mi caso, me sorprende que trabajar desde mi casa me resulte mejor que en una oficina, considerando distracciones que podrían existir u tentaciones como ver la TV. A pesar de todo, en el hogar siento una mayor comodidad y satisfacción de hacer las labores ¿Por qué? No sé, pero es algo que siempre tengo en mente.
Con el fin de conseguir una concentración al 100%, tú debes entender y aceptar cuál es tu estilo de trabajo y tratar de aplicarlo en estos meses. Piensa bien cuál es lo mejor para ti y dáselo a entender a tus jefes. Estructura en bloques de tiempo que permiten que usted y otros a capitalizar el ideal para llevar a cabo, las tareas críticas se centraron en la forma más eficiente posible.
2.- Quedarse en el presente
Muchas veces, en la oficina realizaba una tarea, pensando ya en la siguiente. Grueso error. Durante mucho tiempo tenía el pensamiento de que adelantándome a las tareas optimizaría horas de trabajo, pero es totalmente lo contrario. Ser multitareas es un arma de doble filo y, en muchos casos, trae más caos que soluciones.
Lo anterior, es un hábito terrible que arruina los enfoques de trabajo. Así que estoy continuamente enseñándome que todo es paso a pasito, de una labor a otra. De eso se tratan los años, de aprender.
3.- Pensar antes de actuar
Con el exceso de trabajo viene un desorden en la cabeza que nos podría llevar a tomar decisiones precipitadas para ahorrar tiempo. Aunque sintamos que estamos demasiado ocupados para dedicar mucho tiempo a la creación de ideas, despejar nuestra mente y pensar las cosas realmente mejora la productividad y disminuir el estrés. Desactiva esos momentos en que nos "nublamos" mediante la reflexión de las cosas. No te sientas presionado para tomar decisiones inmediatas, a menos que la urgencia sea extrema. Si tienes tiempo (aunque no parezca), úsalo.
4.- Hazte un premio por la concentración
Crea recompensas para lograr tus objetivos diarios. Tomar un pequeño descanso, ir a dar un paseo rápido o comprarse ese café que tanto amas, todo premio motiva a hacer las cosas mejor. Cada detalle crea diferencias respecto a tu disposición a cumplir todas las tareas encomendadas. Así funcionamos y así debemos tratarnos. Al final de cada premio, nos ponemos nuevamente las pilas, funcionando con la precisión de un reloj suizo
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