Las ansiadas vacaciones se acercan a pasos agigantados. Son bastantes los trabajadores que sueñan - dormidos y despiertos - con un merecido descanso, evaluando su presupuesto y los diversos destinos a que - dentro de éste - pueden optar.
Para muchos, las finanzas son más escuálidas que las ganas de desconectarse un poco de trabajo y rutina. Sin embargo, siempre existen buenas alternativas para sacar lustre al tiempo de descanso y hacer que sea ¡inolvidable!, sin necesidad de estrujar los bolsillos o “romper el chanchito”.
El litoral central ofrece muy buenas opciones para veranear sin quedar en bancarrota. Las hay para todos los gustos, desde la popular Cartagena hasta el hermoso balneario de Quintero. La oferta de arriendo de cabañas (por noche) bordea los 16 mil pesos. Hospedando entre Cartagena y Algarrobo (lugar donde las alternativas aumentan su costo, al ser un poco más exclusivo), es posible visitar un completo circuito de playas, todas muy bien conectadas entre sí. También se puede optar por un turismo más cultural, ante la presencia de cuidados museos como Villa Lucía (Cartagena) - con su exquisita ornamentación de principios del siglo XX -, la casa del poeta Vicente Huidobro (en el mismo balneario) o de su colega Pablo Neruda (en Isla Negra). Todo, contando con muy buenos restaurantes en el camino – algunos realmente económicos – donde se puede degustar un exquisito caldillo de Congrio.
Otra elección bastante interesante es Iloca. Esta localidad de la VII región sufrió los estragos de la devastación producida por el terremoto y tsunami de 2010, logrando levantarse y reconstruirse. Sin embargo, son pocos los turistas que han regresado a disfrutar de sus hermosos parajes. Pues bien, para contrarrestar esta baja, el balneario bajó sus precios a niveles realmente convenientes. Es posible alojar en un muy buen lugar (y con grandes comodidades) por sólo $20.000. Además, la cercanía con lugares tan bonitos como el Lago Vichuquén y Caleta Duao la convierten en una gran opción para quienes sienten ansias de refrescar su vida con frondosos árboles y aire marino.
Pichilemu también es una alternativa favorable. Sus tupidos bosques y olas de alto metraje que posibilitan la práctica del surf, sumado a económicas alternativas de hospedaje, hacen de este balneario de la Región de O’Higgins una excelente decisión.
No obstante, para quienes gusten de la aventura y tengan sus finanzas un poco más acotadas, nada mejor que un camping. En la zona central existen muchos, particularmente en el Cajón del Maipo, donde se puede disfrutar del río y el aire cordillerano. Si la idea es ir algo más lejos, las termas de Liquiñe (Región de los Ríos) ofrecen sitios para armar la carpa a precios bastante módicos, al igual que el Radal las Siete Tazas (Región del Maule) con bonita vista y entorno inmejorable.
Como ven, las finanzas no son excusa para pasar unos días exquisitos. Las opciones de nuestro querido Chile se ajustan a todo presupuesto. Sólo es cosa de investigar, estudiar las opciones y poner… ¡todas nuestras ganas de pasar un verano increíble!