Siempre se ha planteado la importancia de la educación técnico-profesional, pero parecía que la mayoría de los jóvenes soñaba con ser profesionales universitarios. Sin embargo, esta tendencia se ha ido revirtiendo. En los últimos 8 años, los estudiantes de carreras técnicas aumentaron un 163%, según estadísticas del Servicio de Información de Educación Superior y del portal Mi Futuro, los dos pertenecientes al Ministerio de Educación.
¿Por qué los jóvenes se están inclinando por estos programas? ¿Cuáles son las razones para elegir una de estas carreras?:
1. Duración: Un título de técnico de nivel superior requiere la aprobación de un programa de estudios que contemple una duración mínima de 1.600 horas de clases, lo que corresponde a cuatro semestres. Las carreras técnicas de nivel superior duran entre 4 y 6 semestres, es decir, entre 2 y 3 años. Mientras que las profesionales sin licenciatura, se extienden entre 8 y 10 semestres, equivalentes a 4 y 5 años.
2. El futuro del país: Este tipo de formación constituye una importante base para apoyar la competitividad del país. “La especialización profesional y técnica en programas mineros (…) y afines a la minería, como mecánica, electricidad, mantenimiento de equipos, otros, es esencial para el desarrollo de una actividad que se encuentra en expansión y que requiere de mayor eficiencia dentro de sus procesos productivos”, señaló el ministro de Minería, Hernán de Solminihac.
Según sostuvo el ministro, en los próximos 10 años se proyecta que este sector generará 40 mil puestos de trabajo, lo que implica que el 80% del nuevo personal corresponderá a mantenedores y operadores.
Por otro lado, el portal Mi Futuro señala que la meta al año 2020, es que los titulados de estos planteles correspondan al 60% del total de egresados de educación superior.
3. Sueldos: Según un estudio realizado en octubre, los egresados de distintas instituciones de educación superior obtuvieron rentas más altas, en comparación a que si sólo se hubieran quedado con cuarto medio. Pero entre ellos obtuvieron resultados dispares. Desde esta perspectiva, los que recibieron sueldos más altos fueron quienes estudiaron en universidades tradicionales, seguidas de los institutos y las privadas que exigen PSU.
“Los titulados de institutos tienen ingresos mayores, en alrededor de un 15% del salario, lo que equivale a cerca de 60 mil pesos mensuales, en comparación con los egresados de universidades privadas masivas”, explicó Alejandra Mizala, autora del estudio.
Así, quien estudió en un IP, puede llegar a promediar $458 mil de ingresos, un 45,7% más que si nunca hubiese continuado estudios superiores, y más que el 34% de quienes egresaron de un CFT. En este último caso, la renta se estimó en $377 mil.
4.Empleabilidad: Otro punto a favor es la alta empleabilidad, cercana al 92%. Además, una vez finalizada la carrera técnica, muchas instituciones ofrecen la oportunidad de completar nuevos estudios para lograr un título profesional en la misma área.
“Las carreras de mayor empleo de un CFT (84%) superan el empleo medio de un IP (76,9%), e incluso el empleo medio de las universidades (82,3%). A su vez, las carreras de mayor empleo de un IP (91,7%) superan el empleo medio de las universidades (82,3%)”, afirman desde Mi Futuro. 5. Costos: el arancel de estas carreras bordea el millón de pesos, la mitad de uno universitario. Según estimaciones del portal Mi Futuro, el arancel promedio de una carrera técnica en CFT es $1.035.835, mientras que en institutos profesionales es de $1.128.548. En tanto, un programa universitario tiene un costo promedio de $2.055.769.
¿Y tú por qué crees que es mejor estudiar una carrera técnica?