Ningún trabajo lo salva un solo hombre, las empresas son un equipo y todos deben aspirar a lo mismo. Cierto es ese constante cliché de que un trabajo es como una maquinaria y todos los trabajadores son piezas fundamentales para que ésta siga funcionando.
Todos en la organización, sin importar su calidad, necesitan la ayuda de otra persona en algún momento u otro, ya sea constantemente o en momentos de suma urgencia. Porque no importa si eres CEO, ejecutivo, empleado o auxiliar, todas las personas necesitan de ayuda en aquellos temas que no son su fuerte. Hay que asumirlo, nadie tiene el 100% del conocimiento del mundo.
La mayoría de las empresas modernas se estructuran en torno a equipos, eso está claro. Incluso los que tienen puestos de trabajo únicos, requieren en algún momento del feedback de otros compañeros de equipo. Es fundamental entonces para cada miembro de la organización entender el concepto de trabajo en equipo y comenzar a construirlo si es que ya no está consolidado.
¿Qué crea un buen ambiente laboral?
Estamos claros, crear un ambiente de trabajo no es fácil con tantas personalidades en una misma oficina. Para construir con eficacia los equipos, es importante recordar estas cosas:
- Un ambiente de equipo exige adaptación. Algunas personas saben cómo llevarse bien con equipos y otras no tanto, por lo que necesitan más tiempo. En parte, es una cuestión de personalidad, pero también exige formación y eso se lograr adaptándose a la cultura. En primer lugar, es necesario reconocer que no toda persona encajará en nuestro ambiente y eso se debe prevenir al momento de contratar personal. Ahí parte todo.
- El espíritu de equipo debe nacer desde el mismo líder, pues él es la voz de mando en la oficina, aunque a algunos pueda parecerle correcto o no. La construcción de equipos efectivos, con lazos únicos, nace desde la actitud de un jefe con el resto. Si un líder no se lleva con sus trabajadores, difícilmente podrá existir un lazo de equipo.
- Al momento de crear lazos, hay que recordar siempre la cultura de la empresa, no sólo de las personas. Cualquier negocio tiene imagen propia y que es la que también conocen los clientes y esa misma imagen es la que los trabajadores y líderes deben compartir. Las empresas que fomentan la comunicación abierta y fomentan la interacción con los empleados, están en una mejor posición para tener un buen trabajo en equipo.
¿Cómo conseguimos el "uno para todos y todos para uno"?
La idea de crear lazos fuertes es que todo un equipo pueda reconocerse como "único". Los equipos no nacen de un día para otro, se construyen. La preocupación de uno, debe ser la preocupación de todos:
- Empieza por el principio: Como escribí antes, es necesario empezar contratando a gente que pueda conectar con el resto del equipo y con los líderes. Las entrevistas y las evaluaciones siempre dejan en claro la personalidad de los trabajadores y sus temperamentos. Además, siempre puedes escuchar a los empleados y saber qué esperan.
- Mantener siempre una comunicación abierta: Se debe fomentar la comunicación franca y abierta entre todo el equipo. La sinceridad es la base de una amistad y crear un ambiente de trabajo es eso mismo: amistad. Siempre hay que dar el espacio a las personas para que comenten de tu trabajo.
- Prevenir y resolver conflictos con rapidez: Trabajar para corregir el rendimiento, actitud ética o problemas de los miembros individuales del equipo cuando es posible. Si la persona no encaja en el molde de equipo, que lo sustituya con quien lo hace con el fin de proteger la integridad del equipo.
- Mantener la moral de todos alta: Si un miembro del equipo se siente defraudado o poco valorado, el ambiente de trabajo podría tener un aire tenso. Los miembros de un equipo funcionan mejor cuando todos se sienten valorados. Esto, a su vez, conduce a un fortalecimiento del espíritu de equipo entre sus miembros individuales, porque todos contribuyen al alto rendimiento de todos.