Por más que algunos no creamos en el espíritu navideño, ese ambiente festivo que se crea cuando se acerca la navidad, año nuevo, y para más de alguno las tan anheladas vacaciones, hace que la jornada laboral pase más rápida y que más de uno ande más buena onda y relajado.
Pero para que todos nos contagiemos este fin de año debemos hacer pequeños cambios en nuestro lugar de trabajo, partiendo por poner los ya típicos motivos navideños, organizar el amigo secreto, algún "carretito" después de la pega o paseo y por qué no tener un stock de cola de mono –baja en alcohol- y pan de pascua para compartir.
Aunque, más importante aún, es comenzar a levantarnos más días de la semana con el pie derecho, tener una actitud más positiva y olvidar los malos ratos acumulados durante el año para poder comenzar mejor el próximo.
En definitiva, disfrutar del mes que nos queda sin hacernos mala sangre, dándonos el tiempo y el espacio para compartir y conocer más a quienes vemos todos los días pero que muchas veces obviamos en pos de la “producción”, de las “metas” y del tiempo que siempre nos falta.
Claro que no es fácil, porque tenemos a cuestas los resultados de todo el año, pero ¿a quién le gusta llegar a la navidad o a fin de año corriendo, sin siquiera darse cuenta de los 345 días que pasaron? Partamos por organizar alguna junta con los colegas fuera del horario de trabajo y veremos como todo al día siguiente será más buena onda, con más tallas, risas y buen ánimo.
Imagen vía Conexionbrando