A muchos nos ha pasado que desde que salimos al mundo laboral comenzamos a postergar nuestros proyectos y metas profesionales con la excusa de que es para “afirmarnos”, para lograr consolidarnos un poco, para ahorrar o para ganar experiencia.
Sin embargo es muy probable que esta conformidad nos lleve de a poco a estancarnos, a sentirnos frustrados laboral y personalmente, a estresarnos y deprimirnos. Sin mencionar el desagrado que pasa a significar el ir todos los días al trabajo e invertir la mayor parte de nuestro tiempo útil en él.
Es preciso que estemos atentos a los indicios y detalles que nos pueden decir que ya es hora de buscar nuevos proyectos y nuevamente emprender el vuelo:
1-. Llevas mucho tiempo en el mismo puesto o cargo (al menos más del que tenías pensado).
2-. Podrías realizar tu trabajo hasta con los ojos cerrados, pero siempre con tedio o desgano.
3-. Te sientes desanimado cada mañana al despertar para ir al trabajo y te pone malhumorado/a todo lo relacionado con la “pega”.
4-. Independiente de que te guste o no la pega, no existen posibilidades de ascenso, de perfeccionamiento ni de movilidad laboral.
5-. Tus ideas no son escuchadas, tienes cero posibilidad de proponer y de comenzar a cumplir tus expectativas.
6-. La frustración ha pasado a ser el pan de cada día; Sientes que podrías estar haciendo mucho más.
7-. Sólo piensas en el día que lleguen las ¡¡vacaciones!!
8-. Definitivamente no te gusta tu trabajo y tienes claro que debes hacer el intento de encontrar algo que cumpla tus expectativas y, más importante aún, te haga feliz.
Si más de una de estas frases te hace sentido busca nuevas oportunidades y deja de esperar que lleguen a ti, si no es ahora, ¿cuándo?
Imagen vía Fundamenta